Dudas de los autónomos de cara al 2026: Bizum, registro de jornada y factura electrónica

j.a. RIBADEO / LA VOZ

A MARIÑA

Beatriz Irigoyen, consultora de A Mariña Asesores, de Ribadeo, que ayer dio una charla para empresarios y autónomos
Beatriz Irigoyen, consultora de A Mariña Asesores, de Ribadeo, que ayer dio una charla para empresarios y autónomos JOSÉ ALONSO

Beatriz Irigoyen habló en Ribadeo sobre las novedades normativas: «Una pyme para cobrar con Bizum tiene que darse de alta con su banco»

15 nov 2025 . Actualizado a las 21:57 h.

Beatriz Irigoyen, consultora de la empresa ribadense A Mariña Asesores, dio ayer una charla en Ribadeo organizada por Acisa y dirigida a autónomos y empresas en la que abordó obligaciones legales que les vienen impuestas. Bajo el título «Novedades normativas 2026: cómo afectarán a tu negocio», habló sobre cuestiones como la factura electrónica obligatoria, los pagos y cobros mediante Bizum y el registro de la jornada laboral.

Gran parte de la legislación que se está aplicando viene derivada de las normativas de la Unión Europea. El registro de la jornada laboral es obligatorio para todas las empresas desde 2019, estando en marcha la transición a un sistema exclusivamente digital y a prueba de manipulaciones que, teóricamente, debería entrar en vigor y generalizarse a lo largo del próximo año, según el reglamento que el Ministerio de Trabajo somete a información pública: «Es un sistema más cómodo. El que más se está utilizando es a través del teléfono móvil. Con él la autoridad laboral tiene acceso directo a toda la información, para ejercer un control más fluido que ahora no se hace, en gran medida, por la falta de personal. El empresario tiene la responsabilidad de velar porque los trabajadores registren su jornada y lo hagan como corresponde, pero el registro es un documento personal del trabajador, no de la empresa, es decir, pertenece al trabajador, no a la empresa, y lo puede hacer valer para defender sus derechos».

El exceso de jornada no compensada de trabajadores se relaciona con sectores como la hostelería o contratos parciales, y es ahí donde se está poniendo el foco de las inspecciones, de los que Beatriz Irigoyen ha tratado varios casos en los últimos años.

Empresas y autónomos deben adaptarse a las normativas que van surgiendo, en gran medida impuestas desde la UE. Irigoyen aprecia que la transición está siendo relativamente ágil y eficaz: «Si uno cumple las normas no tiene por qué tener miedo a una inspección».

Y, con ello, es preciso adaptarse a unos tiempos marcados por la evolución de la IA y las nuevas tecnologías. Por ejemplo, el pago con Bizum ha venido para quedarse y sin ser obligatorio ya está supervisado por el Banco de España.

Irigoyen explica que un error que aún se suele cometer por profesionales es hacer cobros en Bizum sin haberse dado de alta en el servicio de Bizum para empresas en su banco, para integrar el servicio en el sistema de cobro de la entidad bancaria, ya sea una pasarela de pago para comercios online o un terminal de punto de venta (TPV) virtual para tiendas físicas. «Hay un número importante de empresas y autónomos que dicen que aceptan pagos en Bizum para quitarse de encima las comisiones y no están dados de alta Bizum para empresas, lo que podría implicar sanciones. ¿Qué ocurre al darse de alta? Pues que las empresas tienen que pagar comisiones por usar Bizum, que varían según el banco o la pasarela de pago utilizada». Esta, a la postre, suele ser similar a las de otros métodos de pago, como las tarjetas de crédito.

La factura electrónica

«Otra norma que genera dudas es la factura electrónica, que a partir del 1 de enero del 2026 será obligatoria para empresas sujetas al Impuesto de Sociedades y desde el 1 de julio de 2026 para el resto de empresas y autónomos», explica Beatriz Irigoyen. Y añade: «Las facturas se deberán emitir en formato electrónico, utilizando un Software homologado por la Agencia Tributaria que integrará las facturas el sistema Verifactu. Hay algunas excepciones, por ejemplo en caso de ventas a consumidores finales, pero se recomienda la digitalización».

«Sobre todas estas cuestiones hay dudas. Nosotros damos recomendaciones y tratamos casos prácticos. Son normas que complican el trabajo a los autónomos y, dentro del gran volumen que hay, profesionales como pintores, fontaneros, electricistas... que hacen trabajos rápidos, muchos al día, pueden tener un poco más de lío al verse obligados a cambiar el sistema de facturación. Pero mi experiencia es que la gente se adapta bien», dice. Y sobre si es ahora cuando hay un mayor control fiscal y laboral sobre autónomos y empresas, la consultora de A Mariña Asesores concluye: «Los ojos de Hacienda siempre han estado encima. Lo que nos está llegando ahora viene impuesto por Europa, con unos sistemas digitales que suponen una transformación».