La educación como arma en el rural: la vida en un colegio con 38 alumnos de Galicia y Asturias
A MARIÑA
El CRA Ría del Eo de Infantil y Primaria es ejemplo de gestión, con huerto ecológico, pista de pádel, impresoras 3D, horno de pan y la participación en proyectos Eramus + y Proa Plus
14 dic 2025 . Actualizado a las 11:51 h.«Cuando decrece la población, lo primero que se cierra en un pueblo es la consulta médica, después el colegio y en tercer lugar el bar-tienda. Y con eso se hunde el pueblo. Yo estoy aquí porque de niño fui a una escuela rural y nunca me he arrepentido de ello. Al contrario. Y me encanta trabajar aquí, porque recibo la gratitud de todo el alumnado, del que hay y del que fue. Cuando salimos de viaje con los chavales y nos felicitan en los hoteles por el comportamiento de los alumnos es una satisfacción enorme... y más en los tiempos que vivimos». Así opina el ribadense Francisco Rivas Álvarez, director del Colegio Rural Agrupado Ría del Eo de Vegadeo, con 38 alumnos e Infantil y Primaria residentes en una zona fronteriza entre Asturias y Galicia y que residen en cuatro concellos, Vegadeo, Ría de Abres (Trabada), San Tirso de Abres y Couxela (Ribadeo).
Rivas lo tiene claro: apostar por la escuela rural es apostar por el futuro, por el mantenimiento de los pueblos, de las explotaciones de carne y de leche, por las familias que trabajan la agricultura y, en definitiva, por el sostenimiento de la zona rural.
El CRA Ría del Eo agrupa dos colegios, los de Abres y Piantón, ambos en el término municipal de Vegadeo. En el primero hay 24 alumnos. En el segundo, 14. Otros 14 profesores se encargan de dar clase, varios compartidos con otros centros escolares.
Las instalaciones en Piantón incluyen una pista de pádel cubierta de cristal, un horno tradicional que han usado para hacer pizzas y pan y un huerto escolar. El edificio tiene dos plantas; la inferior dedicada al alumnado Infantil y un aula para especialidades como música o inglés, y la superior donde está la sala de profesores, la biblioteca y el aula de Primaria.
El colegio de Abres tiene un aula de Infantil y dos de Primaria en la planta baja. En la segunda está la biblioteca y un salón de actos. Cuenta con pista polideportiva, un patio infantil totalmente equipado y un huerto ecológico con invernadero. Hace unos días comenzaron las obras para cubrir la pista polideportiva. Para Francisco Rivas, es un ejemplo más de la apuesta de la Consejería de Educación y del Ayuntamiento de Vegadeo por la educación en el rural.
Y el logro es otro ejemplo más de la gestión entusiasta que se hace desde el centro. Hay que decir, por ejemplo, que los dos colegios tienen impresoras tres D y que participa en programas Erasmus + y en el Proa Plus (Programa de Cooperación Territorial para la Orientación, Avance y Enriquecimiento Educativo, cofinanciado por el Ministerio de Educación y el Fondo Social Europeo, implementando proyectos para el refuerzo, orientación y apoyo de los estudiantes buscando reducir la brecha educativa y fomentar la equidad).
Conjuntamente con los colegios de Rioturbio (Mieres) y Reconquista (Cangas de Onís), el CRA Ría del Eo participa, como únicos centros nacionales, en el ambicioso proyecto Erasmus + «Urbotics», iniciativa con un presupuesto de 400.000 euros, en la que toman parte empresas y entidades europeas y un total de veinte escuelas de Serbia, Eslovaquia, Hungría, Rumanía y España con el objetivo de llevar a los centros educativos los más modernos robots del mercado y mejorar su aplicación práctica en las aulas.
En este proyecto juega un papel clave la consultoría tecnológica avilesina Obo We Teach Robotics, que elabora los contenidos de innovación educativa robótica. Esta empresa también juega un papel clave en el otro proyecto Eramus+ en el que está participando el profesorado y alumnado del CRA Ría del Eo: EU For All (UE para todos), que ahora entra en su fase final y que permitirá llevar en junio a los estudiantes a Budapest. Y es que el proyecto presentado por el CRA Ría del Eo junto a los colegios Rioturbio (Mieres) y Reconquista (Cangas de Narcea), que repiten colaboración en este programa Leader +, ha sido seleccionado como el segundo mejor de España en la convocatoria nacional 2024/2025, demostrando que la excelencia también nace en entornos pequeños y rurales cuando existe visión, creatividad y trabajo colectivo.
A través de su proyecto en «UE para todos» , los estudiantes exploran países, geografía y patrimonio europeos; diseñan postales y productos digitales; crearon e imprimieron en 3D una reproducción de la iglesia de Santa María del Naranco, y trabajan sobre economía circular la sostenibilidad, elaborando productos con plástico reciclado y simulando la creación de pequeñas empresas ecológicas.
La participación en programas Leader + supone para los alumnos del CRA abrir un abanico de grandes posibilidades formativas: «Estamos en todos los proyectos que puede un centro de nuestras características», apunta Francisco Rivas.
Todos los años, el centro organiza para los alumnos de 5 y 6 de Primaria una excursión de fin de curso a Madrid y Toledo, visitando museos, viajando en AVE, asistiendo a espectáculos (el musical El Rey Leon o Puy de Fou); han participado en jornadas de convivencia con otros centros; celebran actividades compartidas con padres y abuelos (magostos, elaboración del pan...).
«Lo que supone estar en un centro como el nuestro es que los alumnos son mucho más colaborativos. Los mayores son como los padrinos de los pequeños y les ayudan y tutelan», explica Rivas. El centro también pone un énfasis especial en que los chavales sepan hablar en público y en que todos aprendan a nadar, con una programación gratuita (bus y clase) en la piscina de Ribadeo: «Lo que buscamos es que tengan criterio propio», añade.
En Abres, las familias se organizan para darles la comida, hasta que los recogen a las tres de la tarde, y el CRA dispone de servicio gratuito de madrugadores, con profesorado de guardia que se hace cargo de los alumnos de ocho a nueve de la mañana, dándoles un desayuno saludable.
«El rural lo tiene muy complicado, pero nosotros, aunque la tendencia general en Asturias es a la baja, seguimos manteniendo la matrícula», concluye Rivas.