La píllara de las dunas marca la agenda de trabajos y restringe el acceso de perros a playas de Foz

María Cuadrado Fernández
M. CUADRADO FOZ / LA VOZ

FOZ

Martina Miser

El Concello adelantó el acondicionamiento de A Rapadoira ante el inicio de la temporada de cría

23 mar 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

El Plan de Conservación da Píllara das Dunas de la Consellería de Medio Ambiente, en vigor desde hace más de una década, vela por la protección de la píllara de las dunas o chorlitejo patinegro (Charadrius alexandrinus L.) que, en el caso de concellos como el de Foz, marca cada año parte de la agenda municipal de trabajos de limpieza de varios arenales.

En semanas pasadas se pudo ver una pala mixta y un tractor acondicionando el arenal de A Rapadoira. Aunque a muchos vecinos les sorprendió que se adelantaran tanto los trabajos para tener la playa preparada para Semana Santa, desde el Concello explicaron que las tareas se hacían en ese plazo para cumplir con lo que marca el plan y para respetar el período comprendido entre el 15 de marzo y el 15 de julio, período de nidificación, de puesta y de cría de la píllara, un ave clasificada como vulnerable en el Catálogo Galego de Especies Ameazadas.

El alcalde focense, Francisco Cajoto, aseguró que son escrupulosos en cumplir ese plazo para no interferir en la recuperación de la píllara. Indicó que lo mismo sucede en otro arenal donde se aplica el plan, como es el de A Pampillosa, en Fazouro.

Además de restringir determinadas tareas que exigen emplear maquinaria pesada e incluso algunas actividades náuticas, desde el Concello recordaron que, tanto las dunas de A Rapadoira como las de A Pampillosa, son refugio de especial interés ornitológico donde anida esta especie: «E, en virtude do decreto 9/2014, do 23 de xaneiro da Xunta está prohibida a presenza de actividades nas praias da Rapadoira e da Pampillosa que podan poñer en risco os niños, como a presenza de cans nos areais». El Seprona sancionará el incumplimiento de la norma.

Al otro lado de la ría, el referido plan también incluye a Altar (Barreiros) como una de las áreas donde anida esta especie. A comienzos del pasado octubre, técnicos de la Xunta y de la Universidade de Santiago soltaron en ese arenal dos ejemplares de píllara. Lo hicieron en ese punto, según indicaron entonces, porque era el último lugar en el que constaba su presencia de forma natural antes de desaparecer de la costa lucense hace ocho años.

Esa suelta sucedió a otra realizada en agosto, cuando se liberaron otros dos ejemplares, también criados en cautividad en el Centro de Recuperación de Fauna Silvestre que la Xunta tiene en Oleiros (A Coruña) a partir de huevos recogidos en la naturaleza. Los huevos se recogen en primavera y se incuban en el centro donde nacen las crías y pasan algo más de un mes. La esperanza media de vida es de 3 o 4 años y la etapa reproductiva comienza aproximadamente al cumplir el primer año, explicaban desde la Xunta.