Reviviendo la llama de un oficio antiguo, el de «carboeiro», desde Mondoñedo

MONDOÑEDO
En el Alto da Recadieira comenzó la semana pasada la preparación de la «foia» donde arde la leña y de donde este próximo domingo se va a extraer carbón vegetal como antaño, bajo iniciativa de Luis Caselas, hijo y nieto de ferreiros mindonienses
11 dic 2024 . Actualizado a las 05:00 h.En el Alto da Recadieira en Mondoñedo hay una llama que no quiere apagarse, como la olímpica quizás. Es la del oficio de «carboeiro», la persona encargada de hacer carbón vegetal en tiempos en los que este era un bien necesario, por ejemplo, para contribuir a que el ferreiro hiciese también su trabajo.

Este fue el que precisamente desempeñaron tanto el abuelo como el padre de José Luis Caselas Moledo, quien se acabó dedicando a las plantaciones forestales, poniendo en marcha Viveros Caselas hace unas tres décadas en Mondoñedo. Ahora ya está jubilado pero continúan en la empresa su hijo, Jonathan Caselas Caloste, y su sobrino, Hugo Caselas. El pasado fin de semana ocuparon buena parte del día para preparar la denominada «foia». «Este domingo _señala por el que viene, que será el 15 de diciembre_ imos sacar o carbón».
«Para facer o carbón ten que ser unha leña que sexa forte»
De la primera fase describe lo que ya está hecho: «O primeiro que fixemos foi cortar a leña, que é roble do país. Para facer o carbón ten que ser unha leña que sexa forte. Tamén se está facendo de uz e de encina. Aquí nesta zona a mellor é a de roble. Estaba verde e mollada e deixámola uns días ao aire. Despois fixemos un furado na terra, de 80 de diámetro por 70 de fondo, aproximadamente. Cóllese da leña seca e boa e ponse no centro de punta, igual que un castelo, e faise con ela o lume. Vai ardendo e hai que ir dándolle ao redor uns golpes para que a leña vaia asentando e baixando, e recuperándoa con máis leña. Empezamos ás once da mañá, ata as sete da tarde. Fixemos dúas foias». A última hora fueron incorporando «leña máis delgada. Co sacho de campo sácanse uns terróns para tapar a foia, co 'pelo' para dentro. Espéranse despois catro ou cinco días para que apague. Onte toqueille á terra e tiña calor ainda».

«Hai que saber», señala José Luis Caselas, quien recuerda que la época de su padre como ferreiro se hacía el carbón vegetal y él ayudaba. «Antes que escaseaba a leña _recuerda_ íamos moitas veces á beira do río a buscar o que fóra». Señala que los pocos ferreiros que quedan en la actualidad «traballan con carbón de mina, o vexetal úsano moi pouco». Dice Luis que con su padre Antonio se acabó la tradición en la fragua mindoniense. Pero siempre se mantiene alguna llama, aunque sea de forma puntual y ocasional, ayudando a los demás a conocer un oficio especial.