17 años de agitación política y tensiones en O Valadouro

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O VALADOURO

La Casa do Concello de O Valadouro, iluminada por el Día Mundial contra el Cáncer
La Casa do Concello de O Valadouro, iluminada por el Día Mundial contra el Cáncer Cedida

Desde el 2007 apenas ha habido estabilidad, con ruptura de coaliciones, mociones de censura y escisiones dentro de los partidos

12 sep 2024 . Actualizado a las 16:34 h.

O Valadouro parece vivir en una perenne inestabilidad. El período desde los comicios del 2007 hasta la actualidad, sin mayorías absolutas, ha estado marcado por escisiones, la ruptura de coaliciones y mociones de censura, con fuertes liderazgos que apenas han variado y todavía más fuertes discrepancias entre líderes. La dimisión de la regidora, María José Fernández (Udival), destituyendo a sus compañeros del tripartito formado con PSOE y BNG y dando la alcaldía al PP de José Manuel Lamela, es el más reciente capítulo de la agitada política municipal.

2007. El pacto PP-Tega abre brechas. El acuerdo entre el PP, que lideraba el fallecido Eulogio Sampayo con Lamela como concejal, y Terra Galega, que encabezaba Fernández, significó la salida del grupo popular de Ana Geada —segunda del alcalde—. El ejecutivo local siguió así en minoría y tuvo que aprobar presupuestos de la oposición. El acuerdo de PP y Tega fijaba que cada una de las formaciones ostentaría la alcaldía dos años, pero Sampayo no fue relevado.

2011. El PP salva de inicio los muebles. Fernández lideró la lista independiente de Udival y pasó de 184 a 297 votos. El PP perdió 119 sufragios pero Lamela fue alcalde al liderar la lista más votada.

2013. Moción de censura a Lamela. En la primavera del 2013, el regidor retó a la oposición a unirse para desbancarlo y prosperó una moción de censura liderada por PSOE y Udival con el apoyo del BNG, formación de la que el único edil era entonces Eduardo Chao y que no entró en el gobierno. El socialista Edmundo Maseda fue elegido alcalde y Fernández ostentó la tenencia de alcaldía merced a un pacto que incluía una cláusula de indemnización, en el caso de incumplimiento, de 100.000 euros.

2015. El puzle y la gobernabilidad se simplificaron. Udival no concurrió a las elecciones y el reparto de los ediles de la corporación se simplificó, lo que supuso también el mandato menos convulso de los últimos 17 años, con PSOE y BNG.

2019. Cuatro años de polémicas. Lo que parecía un panorama despejado acabó con un mandato tortuoso para el PSOE y el BNG. Las formaciones socialista y nacionalista renovaron inicialmente su bipartito. A los pocos días de la investidura de Maseda, la coalición saltó por los aires por desavenencias respecto a las dedicaciones. El Bloque culpó a una edil socialista, Fina Geada, y para cuando en agosto los dos partidos retomaron la negociación para un ejecutivo conjunto, las diferencias eran irreconciliables. La agrupación frentista reclamó la dimisión de Geada y la erosión interna dentro del PSdeG local se hizo evidente. Hubo entente, pero a costa de que dimitiesen María Mon Geada, que entregó su acta, y su madre, Fina, que pasó al grupo de no adscritos y dejó a la coalición en minoría.

En los años sucesivos, el bipartito tuvo difícil aprobar sus propuestas y Maseda acusó de boicoteo a la oposición, que alegaban que no había negociaciones acordes con la situación política, sin mayorías.

2023. Un tripartito de equilibrismo. La fragmentación del voto continuó en los comicios del 2023, marcados por la caída poblacional del municipio, que redujo a nueve los ediles de la corporación. El retroceso del PSOE parecía dejar el camino abierto al PP, pero los populares no llegaron a un acuerdo con Udival. Según la versión de Lamela, Fernández le había exigido la alcaldía. Emergió entonces un pacto que parecía imposible por las diferencias, evidentes en los plenos, entre Maseda y Fernández. El tripartito entre PSOE, BNG y Udival fue porque el candidato socialista dimitió y porque las dos fuerzas progresistas cedieron a la independiente, que obtuvo 149 votos de 1.297, la alcaldía.

2024 ¿Y ahora? Disuelto el tripartito por Fernández, que acusa al PSOE de boicotearla y a Maseda de seguir mandando en la sombra mientras los socialistas aseguran que ha eludido responsabilidades y hablan de «compra de vontades», y el Bloque le pide que aclare motivaciones y condiciones del cambio de gobierno, Lamela, empresario jubilado de 71 años, será investido alcalde el día 19. Udival ha descartado su entrada en el ejecutivo. El regidor afrontará un período de dos años quizá también convulso, ya que el funcionamiento del Concello se ha ralentizado, incluso en el pago y cobro de recibos.