Del hacha a las máquinas forestales de medio millón

OUROL

PEPA LOSADA

Con más de 70 años de historia, 2,5 millones facturados y más de 20 empleados, Maderas Patricio, de Ourol, es una de las madereras más potentes del norte de Galicia

04 may 2025 . Actualizado a las 17:57 h.

De operarios, que pasaban días enteros pinchando montes con la única ayuda de hachas y motosierras, a directores de máquinas forestales que cuestan en torno a medio millón de euros y que resuelven la parte más complicada de un trabajo que, pese a los avances, continúa siendo duro. A grandes rasgos, así podría resumirse la gran evolución que han experimentado en el sector forestal empresas tan longevas como Maderas Patricio, de Ourol, que acumula más de siete décadas de historia y se sitúa como una de las más potentes del norte de Galicia. Según el informe Ardán más reciente, elaborado por el Consorcio de la Zona Franca de Vigo con datos relativos al 2023, en el 2024 facturó más de 2,5 millones (2.560.655,77 euros) y actualmente emplea a más de veinte trabajadores.

«Quen empezou foi meu pai, José Ramón Vila Vázquez, Paco do Patricio. Seu pai era serrador por conta allea. El empezou con el, pero axiña decidiu montarse pola súa conta. Despois chamou a seu irmán, Ramón, ó que todo o mundo lle chama Raúl, e estivo con el ata que emigrou a Francia, e meu pai seguiu adiante en solitario», relata Ángeles Vila Cajete, gerente actual y administradora junto con su hermano Guillermo de una empresa que tala montes en el triángulo comprendido entre Ortigueira y Foz por la costa, y Xermade hacia el interior. Procesan pino, carballo, eucalipto y «diversa», es decir, cualquier tipo de árbol de crecimiento lento, como bidueiros o ameneiros, entre otros, con destino a Ence Navia, en el occidente asturiano, pero también a factorías de Portugal e incluso han impulsado exportaciones a China. Del total de la producción cortada, el 78 % es eucalipto. 

Tres generaciones de la misma familia, cuyo origen se encuentra en la parroquia ourolense de Xerdiz, han dado vida ya a un negocio que también emplea a trabajadores de Rumanía, Perú, Marruecos o Portugal. De esta manera, el jefe de producción y de los equipos de monte es Javier Lamelas, marido de Ángeles, mientras que Guillermo se encarga de realizar las compras y su hijo, Martín Vila Pernas, es el jefe de mecánica.

Instalaciones en Viveiro

Aunque la sede de Maderas Patricio continúa estando Nogarido, parroquia de Merille (Ourol), hace meses estrenó instalaciones en el polígono industrial de Landrove, en Viveiro, donde dispone, por ejemplo, de un taller propio. Con tres procesadoras funcionando y un equipo a mano, el negocio subcontrata trabajos cuando no da abasto. Y en esa línea, Ángeles Vila reflexiona sobre algunos de los cambios experimentados por el sector en los últimos años. «Antes os propietarios controlaban os marcos dos montes, sabían onde estaban e a onde chegaba cada finca, pero moitos morreron e hoxe en día á xente gústalle cada vez máis vender montes ensinando os datos do Catastro, que nunca están ó cen por cen ben. O das lindes é un problema, aínda que coa experiencia vas coñecendo e orientándote mellor», comenta una empresaria que es secretaria de Lugo Madera, la patronal del sector en la provincia de Lugo.

Con todo, lo que ha mejorado es la visión sobre el rendimiento forestal y cada vez son más los titulares de explotaciones que controlan plantaciones o cortas para que la rentabilidad sea continuada en el tiempo. «Pero aínda se segue pinchando madeira cando hai unha voda, cando se compra un coche... Ter un monte plantado é coma ter uns cartos no banco», sostiene, y reclama más implicación de las administraciones, sobre todo a la hora de preparar infraestructuras para sacar la madera del monte. La plataforma Notifor, destaca, ha facilitado mucho la gestión de permisos de talas forestales simplificando trámites o notificando incidencias, pero queda trabajo por hacer en ese campo.