Medio siglo en que el Club Náutico del Eo pasó a Real Club Náutico de Ribadeo

RIBADEO

La entidad ribadense, con casi mil socios, celebró ayer su aniversario con una gran gala y un homenaje a las nueve directivas de su historia
14 ago 2024 . Actualizado a las 05:00 h.Ha pasado medio siglo desde que en Ribadeo un grupo de aficionados a la náutica creasen el Club Náutico del Eo, con el objetivo de fomentar la práctica del deporte, sin ánimo de lucro. Con sede en el puerto de Porcillán, la primera directiva la formaban Mario López Dura, como presidente, con Manuel Parga López, Jesús Posada Otero, Andrés Tojal Rouco, Leopoldo Calvo-Sotelo Bustelo y José Carlos González Amado. La primera cuota de entrada se estableció en 500 pesetas, con una mensualidad de 100 pesetas.
El club nacía el 22 de agosto de 1974 y ayer se conmemoró el 50 aniversario. En este medio siglo, la entidad ha evolucionado hasta convertirse en un referente de la gestión náutica en Galicia, con casi un millar de socios, 700 amarres y una bandera azul que acredita, año tras año, el uso que se hace del muelle y se presta a los asociados.
Ayer se celebró en el Cine Teatro de Ribadeo una gala para rendir homenaje a los directivos y colaboradores que han hecho del club lo que hoy es, el Real Club Náutico de Ribadeo, categoría (la de Real), que logró la década pasada con la autorización expresa de la propia Casa Real. Tras la directiva fundacional, siguieron otras ocho, con los siguientes presidentes: Manuel Parga López (1974-1990), José Antonio Ramil Acebo (1990-1995), Ernesto Cruzado Estévez (1995-2000), Gervasio Cao Expósito (2000-2008), Mario Coto Otero (2008-2012), Ramón Acuña González (2012-2020), Juan Calvo-Sotelo Ibáñez-Martín (2020-2022) y Pablo Fernández Ferreyra (2022-actualidad).
En la gala se distinguieron también a colaboradores del club y a Antonio Ñeti Cuervas-Mons, ganador de varias Sídney Howard y participante en la Volvo Ocean Race; se entregó la insignia de oro al presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, y hubo una cena final en el Parador.
Rueda lo considera «un exemplo para toda Galicia, que contribúe á nosa boa imaxe»
En su intervención, el presidente del Real Club Náutico de Ribadeo, Pablo Fernández Ferreyra, manifestó que la entidad, «desde su fundación, ha sido un faro de excelencia, promoviendo la práctica segura y responsable de deportes náuticos, fomentando la conservación del entorno marino y fortaleciendo los lazos de amistad entre los amantes del mar», expresando su agradecimiento a los fundadores, directos, colaboradores, trabajadores y socios, «cuya pasión y entusiasmo han dado vida a este club y lo han convertido en un hogar para todos los amantes del mar». En particular, tuvo un reconocimiento específico para Santiago Milans del Bosch, «que durante años colaboró prestando asesoramiento jurídico al club de modo totalmente desinteresado». El club, dijo el presidente, mira al pasado con orgullo y con optimismo y determinación al futuro: «Los próximos años nos brindan nuevas oportunidades y desafíos, y es nuestro deber seguir trabajando juntos para asegurar que el Real Club Náutico de Ribadeo siga siendo un símbolo de excelencia, compañerismo y pasión por nuestra ría».
Rueda, condecorado con la insignia de oro como socio de honor, puso al Náutico de Ribadeo como «exemplo para toda Galicia de sustentabilidade, calidade e excelencia, contribuíndo á boa imaxe da comunidade». «O coidado do patrimonio natural, o excelente trato, o investimento nas súas instalacións e a aposta por un turismo de calidade» son a su juicio los pilares de su éxito.
Un pulmón económico: la entidad genera unos ingresos directos de 1,5 millones de euros
La práctica de la náutica deportiva es un verdadero pulmón económico para Ribadeo. Los ingresos directos vinculados al club náutico rondan el 1,5 millones de euros: el club gestiona un presupuesto de más de 400.000 euros anuales y la Xunta ingresa en torno a un millón de euros con las tasas que pagan los socios y los tránsitos por la ocupación de la lámina de agua, que podría gestionar directamente el club náutico. A mayores están los ingresos indirectos que se generan en torno al muelle deportivo, que son considerables pero difíciles de calcular, por ejemplo, con el restaurante del náutico y las empresas de servicios náuticos y de ocio deportivo que hay en el muelle, además de todo el turismo y movimiento que genera el muelle de Porcillán.