
El caballo de Adrián Mariño se impuso en el Gran Premio de Antelo, en Xinzo
18 ago 2020 . Actualizado a las 05:00 h.En los corrillos de la equitación gallega son muy pocos los que no han oído hablar de él. Sal Alem es un hermoso y potente caballo pura raza árabe, de 11 años y 66 kilos de peso, y su rendimiento en las carreras es el orgullo del viveirense Adrián Mariño Salgueiro, el dueño de la cuadra O Neto do Celta, en Magazos, donde cuenta con otros cuatro corceles de competición.
Su primera gran victoria llegó hace algo más de un año en la prestigiosa competición de las Playas de Ribadesella, y ahora ha vuelto a reivindicar su estatus de campeón en el único hipódromo que existe en Galicia, el de Antelo, en Xinzo de Limia. Triunfó en un Gran Premio organizado por jeques en los seis continentes y en el que midió su velocidad y resistencia en un recorrido de 1.600 metros con dos curvas a otros diez pura raza árabe «de primeirísimo nivel» con más de tres años y criados o nacidos en España.
«Liderou a carreira de punta a punta. Gañou con moita autoridade», relata Mariño, de 35 años, un entrenador que esta vez no pudo ejercer de jinete. «Esta vez foi Manuel Revuelta García, un xinete moi bo, de moito prestixio, que competiu en grandes torneos internacionais. Paseino peor así que cando compito porque o cabalo e eu coñecémonos moito, adestramos xuntos, sei cando lle podo pedir que dea un pouco máis ou como vai reaccionar se dou un berro», explica.
La pandemia también ha hecho estragos en la temporada para los caballos de carreras. «Íamos ir a Ribadesella outra vez e a San Sebastián, pero...», explica un Adrián que seguirá preparando a su campeón para otra carrera en el hipódromo de Xinzo el 12 de octubre. «A pena é que aquí hai poucos sitios para adestrar», cuenta un hombre que prepara a su compañero en la playa de Abrela, «sempre de madrugada, ás 5 ou 6», y en las cuestas de San Roque o Monte Castelo.