«Es increíble lo que ha crecido el Resurrection Fest partiendo de la nada más absoluta»

VIVEIRO

Amigo de infancia de los hermanos Méndez, Alex Fraga, de 39 años, fue guitarrista en Twenty Fighters e impulsor del festival de rock y metal de Viveiro, hoy apoyado por la Xunta, Diputación y Concello de Viveiro
21 jun 2025 . Actualizado a las 22:40 h.El fútbol, el patinaje (skate) y la música unieron a Álex Fraga Míguez (Viveiro, 1985) y a los hermanos Iván y David Méndez desde la infancia. Como a tantas otras pandillas. Sin embargo, nada hacía presagiar entonces que aquellos «experimentos musicales» de adolescencia «en casa de unos y otros» o en una nave cedida en el muelle acabarían siendo el germen del Resurrection Fest, una cita internacional imprescindible para los amantes de la música metal, punk y hardcore que cada verano reúne en la ciudad del Landro a decenas de miles de personas procedentes de todo el planeta. En unos días alcanzará su vigésima edición. Mano a mano colaborando con los Méndez en las primeras ediciones estuvo Fraga, quien sigue acudiendo puntualmente como público. «Estuve colaborando ocho o diez años, gestionando las estancias de las bandas o los camerinos, pero llegó un momento en que el Resu creció tanto que ya requería una implicación mucho mayor. Pasó de ser uno o dos días a tres o cuatro después y se profesionalizó todo, así que lo dejé», relata Fraga, que es ingeniero informático de profesión y trabaja desde Viveiro para una empresa con sede en A Coruña.
Con todo, la amistad y los sueños de juventud compartidos continúan intactos. «Antes de la nuestra, en Viveiro hubo otras generaciones que trajeron este tipo de música», señala, y recuerda, por ejemplo, locales como el Txirimiri, que cada verano organizaba conciertos y actuaciones de bandas alternativas nacionales e internacionales.
Bad Religion y Ricky Martin
En una época en la que en buena parte de los pubs de Viveiro sonaban los últimos éxitos de Ricky Martin, Mónica Naranjo, Back Street Boys o Spice Girls, entre otros, Fraga y los Méndez escuchaban, por ejemplo, a Bad Religion. «Nos gustaban mucho bandas de Suecia o Alemania. Escuchábamos lo que llegaba aquí o un disco que te dejaba alguien... No era mucho porque antes de Internet no era fácil escuchar otras músicas», señala. Con todo, su formación favorita era Sick of it all. «Con mucho esfuerzo y dificultades conseguimos que vinieran a actuar a Viveiro», señala, y reconoce especialmente el apoyo que les brindó el entonces alcalde de Viveiro, Melchor Roel, ya fallecido. «Él creía que debía haber espacios culturales para todo el mundo. Nos dio confianza y herramientas. Sin él hubiera sido imposible», reconoce Fraga que ahora, que es padre de una niña de 7 años, trata de inculcarle de alguna manera su pasión por la música. «Voy siempre como espectador por lo menos algún día. Y toco madera para poder ir este año también. Es increíble cómo ha crecido el Resu partiendo de la nada más absoluta. Se inventó algo que no existía y que ahora es un referente en todas partes», subraya. Un festival grande ya en Europa que cuenta con el apoyo de la Xunta, la Diputación de Lugo y el Concello de Viveiro.