Víctor Domínguez se hizo con su sexto campeonato gallego en foso olímpico

Antón Lestón
Antón Lestón CARBALLO / LA VOZ

VIVEIRO

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El triunfo tuvo lugar en el campo de San Roque, en Viveiro, en donde también brillaron su hermano Fabián y su hijo Esteban

12 ago 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

Partía como uno de los grandes favoritos y cumplió con las expectativas. El dumbriés Víctor Manuel Domínguez Gesto se proclamó nuevamente campeón gallego de foso olímpico. Es su sexto entorchado autonómico y consolida así su dominio.

Esta última victoria tuvo lugar el domingo en el campo de San Roque, en Viveiro. Allí, Víctor accedió a la fase final tras acertar a 120 de los 125 platos que saltaron al aire. En ese play-off se coronaría luego campeón al darle a 44 de los últimos 50 objetivos.

Un nuevo trofeo para el pequeño museo personal que tiene ya en su casa este tirador de Bustelo (Dumbría). «Comecei neste deporte por meu pai, que tiña esa afección, aos catorce anos eu xa tiraba e adestraba, e dende entón non parei», explica Víctor a sus 47 años. Son 33 de experiencia. Una dilatada trayectoria en la que ha cosechado éxitos nacionales e internacionales.

«Este logro déixame especialmente contento porque en Galicia agora mesmo está o nivel bastante alto, non é nada doado conseguir este campionato», indica este dumbriés que llegó con alguna duda por no poder entrenar en la previa a la competición pero que fue el mejor de los sesenta participantes.

La victoria lo clasifica directamente para la Copa de España del 2026. Este año, en cambio, aún competirá en foso olímpico en el campeonato gallego por equipos, en el que participará con su cuñado Yago Lanzós Gesto y con José Manuel Anido González, ambos de Lugo, con los que ya ha ganado otros tres torneos autonómicos.

Legado familiar

Como en muchas otras ocasiones, Víctor estuvo acompañado en el podio por su hermano Fabián, segundo clasificado. Lo que sí fue novedad fue la participación de su hijo Esteban, que se subió a lo cajón más alto, aunque de la cuarta categoría. «Era a primeira competición a que ía e bateu 109 platos, vai no sangue», señala un orgulloso Víctor.