
Dejó escapar el partido en el segundo cuarto
26 dic 2012 . Actualizado a las 14:52 h.El Obradoiro no estuvo tan acertado en ataque como el día que le plantó cara al Real Madrid. Tampoco estuvo tan fino y agresivo en defensa como la noche en la que enmudeció el Palau Blaugrana ante el Barcelona. Siempre es mejor un término medio, y eso le faltó al Obra. Ni tan brillante en la canasta rival ni tan contundente en el aro propio. Es mejor un poco de todo.
Por eso, en la pista del potente Bilbao Basket el Obra sufrió más de la cuenta. Empezó bien el partido, con dos canastas del capitán Oriol Junyent, que obligó a más de un forofo a pensar en otra proeza. En el primer cuarto (21-19) el conjunto santiagués mantuvo el tipo. Estuvo firme en sus acciones de ataque, pero muy blandito en las defensivas. Permitió correr al Bilbao, que anotó con extrema facilidad.
Moncho Fernández pidió un tiempo muerto para poner orden en su equipo. La bronca fue monumental. Exigió más sacrificio en las tareas defensivas.
El segundo acto no pudo empezar peor. El Bilbao le hizo muchísimo daño al Obra con el tiro exterior. Le endosó un parcial de 15-0 en cuatro minutos y medio. Además, el cuadro gallego tardó cinco minutos y medio en anotar sus primeros puntos del segundo cuarto. Dewar, tras una buena asistencia de Mejri, se encargó de acabar con la sequía obradoirista. Preocupante.
Antes del descanso, el ala-pívot Moerman le amargó la existencia a los compostelanos. En veinticinco segundos anotó dos triples que empezaron a romper el partido (31-19). Pero no se conformó con esa pequeña aportación. Quiso convertirse en el verdugo de los gallegos. Y lo consiguió. Completó su instante mágico con otro lanzamiento de larga distancia y con una canasta de dos. Puso el marcador en un desolador 36-19.
Cuarto triple
El segundo cuarto fue un calvario para el Obra. Y más cuando de nuevo apareció Moerman, que antes del descanso anotó su cuarto triple en su cuarto intento: 46-25.
Durante el intermedio se refrescó el cinco santiagués. La charla del técnico animó a unos jugadores que saltaron al Bilbao Arena con otra idea, con más agresividad y con la intención de frenar el dominio del conjunto vizcaíno. El Obra recortó las diferencias con un mejor baloncesto y con más acierto en ataque. Y, sobre todo, porque no dejó correr a sus anchas al cinco vasco. Con doce puntos de desventaja se inició el último acto: 66-54. Todavía había vida. Había esperanza.
Pero el Bilbao sacó sus mejores armas para controlar el partido en la recta final. La diferencia se quedó en once puntos, pero el Obra nunca dio sensación de poder ganar. Acusó el cansando de una semana excesivamente dura.
Parciales en cada cuarto: 21-19, 25-6, 20-29, 15-16.
Árbitros: Juan Carlos Arteaga, Benjamín Jiménez y Pedro Munar.
Incidencias: Bilbao Arena, con 10.000 espectadores en las gradas.
Zisis (5), Hamilton (8), Mumbrú (5), Hervelle (15) y Vasileiadis (14)_primer quinteto_; Raúl López (8), Pilepic (0), Grimau (0), Moerman (14) y Rakovic (12).
Andrés (16), Pumprla (12), Kendall (6), Corbacho (12) y Junyent (14)_primer quinteto_; Mejri (4), Luz (0), Buford (0), Dewar (4), Hummel (2) y Stobart (0).