Los dos equipos quieren recuperar sensaciones tras sus últimos tropiezos
17 feb 2013 . Actualizado a las 07:00 h.Tras el paréntesis de la Copa del Rey, la Liga Endesa regresa esta tarde al Multiusos de Sar. El Obradoiro Blusens Monbus recibe al Caja Laboral Baskonia a las 19 horas (TVG2) en un duelo en el que ambos equipos buscan reencontrarse con sus mejores sensaciones tras varios tropiezos. En el caso santiagués llega después de cuatro derrotas consecutivas, si bien tres fueron a domicilio y esta misma semana Moncho Fernández volvía a recordar que, ante el Fuenlabrada, en casa, el partido se escapó a falta de dos minutos, cuando a Mejri se le escurrió entre las manos un balón que parecía un mate seguro. De lo que pudo haber sido un 68-60 se pasó a un 66-64, fruto de un dos más dos de los visitantes.
Los traspiés vascos remiten a la Copa del Rey y a la Euroliga. Al colectivo de Zan Tabak se le esfumó la semifinal con el Barça en el último cuarto, ante su afición. Y en la competición continental ha enlazado tres partidos seguidos sin ganar, contando el del viernes en Siena. En la Liga Endesa, sin embargo, ha encadenado doce triunfos consecutivos. Su última derrota remite al 18 de noviembre, precisamente, ante los santiagueses. Y solo otros dos equipos consiguieron doblegar a los vitorianos: el CAI Zaragoza y el Real Madrid.
Hay un dato que juega a favor del conjunto de Moncho Fernández. Lleva toda la semana preparando este encuentro, con el valor añadido de haber disfrutado antes de cuatro días para recargar las baterías y desconectar de una temporada que ni siquiera paró por Navidad.
«Lo que queremos es asentar lo bueno que tenemos y, sobre todo, recuperar cosas que hemos dejado de hacer bien. A estas alturas, pensar en muchas novedades creo que es un error. Lo que creo es que hay que apuntalar cada día nuestras señas de identidad. Aparte de esto, con la baja de Andrés hay jugadores que han pasado a desempeñar un rol diferente. Lo que puede haber son pequeñas variantes, pero nada que cambie la filosofía del equipo». Así explica Moncho Fernández el contexto actual.
El rival solo ha podido dedicarle un entrenamiento al duelo de Sar, el de ayer por la tarde en Santiago. Para la expedición baskonista hubo diana a las cuatro de la madrugada en Siena. Volaron desde Florencia a Bilbao y desde allí a Compostela.
A lo largo de la semana, apenas hubo referencias en el conjunto vitoriano al partido de hoy, más allá de una reflexión genérica de Andrés Nocioni tras quedar apeados en la Copa. El argentino precisaba que la mejor manera de recuperarse era, cuando menos, sacar adelante uno de los dos compromisos más inmediatos, el del viernes en Siena o el de hoy.
Moncho Fernández no se fía, y menos ante un rival que se caracteriza por su carácter competitivo. Sabe que enfrente tendrá a un equipo que se significa por la intensidad en defensa, siempre atento a tapar líneas de pase, de los que no rehúyen el contacto. Está convencido de que la batalla física será determinante para el desenlace.
Control del juego
El cuerpo a cuerpo promete emociones fuertes. Pero hay otro aspecto del juego que, sobre el papel, puede ser clave. El Baskonia es un equipo que se encuentra muy cómodo cuando puede robar el balón y salir al contragolpe. Ese es otro de los aspectos en los que ha hecho hincapié a lo largo de la semana el cuadro técnico local. «Hay que intentar que el Baskonia juegue en media pista», resumió Moncho Fernández.
El Obradoiro tiene a todo el plantel disponible excepto el base Andrés Rodríguez, que se recupera de una fractura en el quinto metatarsiano. En las filas visitantes también hay una ausencia, la del escolta checo David Jelinek, sustituto de Brad Oleson. Sufrió esta semana una pequeña rotura fibrilar.