La universidad de la ACB

Ignacio Javier Calvo Ríos
Naso Calvo SANTIAGO / LA VOZ

ANDAR MIUDIÑO

XOÁN A. SOLER

El Obradoiro y el Multiusos de Sar se convierten cada curso en un claro trampolín para dar el salto a uno de los grandes del baloncesto español

27 mar 2013 . Actualizado a las 09:57 h.

Santiago es una ciudad universitaria, que lleva cientos de años enseñando en sus aulas. Una pedagogía que se traslada más allá del campus y un hábito que se instala también en el baloncesto. Por eso, el Obradoiro es la universidad de la ACB, de la Liga Endesa, el trampolín al que llegan jugadores nacionales y extranjeros en busca de un salto a la fama. Como si el Multiusos Fontes do Sar fuese el plató de uno de esos programas ahora tan reclamados por las audiencias de las televisiones.

El circo del básquet en la caldera de Sar hace que los más grandes de la segunda mejor liga del mundo se fijen en Santiago. Ya no solo la Catedral llama la atención de los forasteros, sino que también Sar recibe las miradas envidiosas de más de un técnico de la élite del básquet español.

Ahora le tocó el turno al tunecino Salah Mejri, seguido desde hace semanas por el Real Madrid, club en el que jugará la próxima temporada. No es oficial todavía el acuerdo entre el jugador y el club merengue, pero es un secreto a voces que el pívot no empezará una segunda aventura en la capital gallega. En Madrid coincidirá con otro de los jugadores que utilizó el Obradoiro como trampolín.

El brasileño Rafa Hettsheimeir arribó cedido al conjunto santiagués y firmó unos registros que pronto llamaron de nuevo la atención de su equipo de origen, un CAI Zaragoza que no dudó en repescarlo. Y de la capital maña al Real Madrid. En el Obra solo jugó once partidos, que fueron suficientes para ganarse el cariño de la afición y el respeto de los rivales. Firmó cien puntos y setenta rebotes. Ahora ya lleva casi cien encuentros en la ACB.

Mejri, al igual que Hettsheimeir, se hizo respetar muy pronto. Fue de menos a más, hasta firmar un extraordinario expediente en el último partido disputado por los santiagueses frente al Estudiantes, un rival directo en la lucha por una de las ocho primeras plazas. Mejri alcanzó un 29 de valoración y firmó veinticuatro puntos, su mejor registro en una campaña en la que también alcanzó o sobrepasó los veinte puntos ante Fuenlabrada, Valladolid y Caja Laboral. A sus veintiséis años le llega la oportunidad soñada por cualquier deportista.

Kostas Vasileiadis

Quien inauguró esta universidad baloncestística fue el griego Kostas Vasileiadis, que tras firmar actuaciones magistrales en Sar abrió los ojos de técnicos y dirigentes del potente Bilbao, que no dudó ni un instante en contratar sus servicios. A Bilbao arribó con veintiséis años, los mismos que ahora tiene Mejri. Y en Bilbao, en donde ya jugó más de cien partidos, lleva tres cursos, después de una brillante temporada en Santiago, en donde consiguió sesenta y nueve triples. Paul Davis fue otro de los que dio el salto en Santiago: de Sar a Sevilla, del Obradoiro al Cajasol.

Pero hay otras perlas que brillan con luz propia en la capital gallega. Otras estrellas que miran de reojo los clubes poderosos de la Liga Endesa. Alberto Corbacho estaba en las quinielas antes de que el Barcelona contratase a Brad Oleson, por cierto, otro que pasó por la universidad compostelana, aunque lo hizo, también con brillantez, en las filas del Rosalía de Castro que presidía Ubaldo Rueda. Ahora, en los mentideros del baloncesto algunos dicen en voz baja que al Barça le gusta el canadiense Levon Kendall.

Corbacho y Kendall

Corbacho y Kendall son dos de los grandes artífices del éxito del Obra, que viene firmando su mejor campaña en la élite. Ambos jugadores fueron decisivos en muchas de las victorias del cinco compostelano. Alberto Corbacho es el rey del triple, pues ya lleva en sus espaldas 153 aciertos desde larga distancia en menos de dos campañas. Levon Kendall, una de las estrellas de este grupo, alcanzó su máxima valoración ante el Caja Laboral en Sar. Son otras dos perlas que día a día van tocando el cielo, lo mismo que Andrés Rodríguez y Pavel Pumprla, otros dos valores que cotizan al alza.