
El Alquimista pasa revista al plantel tras un año de baloncesto en alta definición
29 may 2013 . Actualizado a las 07:00 h.Si el baloncesto cuántico del Obradoiro Blusens Monbus fuese llevado al cine, habría dudas para catalogar la película de esta temporada. A quienes no la hayan visto y se les cuente el argumento, con escenas como las victorias a domicilio ante el Real Madrid, el Barcelona, el Baskonia y el Unicaja de Málaga (los cuatro equipos con rango de Euroliga), o un final de máxima intriga hasta llegar al play off, dirían que es de ciencia ficción.
Quienes disfrutaron con la filmación desde la grada y las retransmisiones de televisión pueden dar fe de una película que está ya en el género de la narrativa histórica. Porque eso es lo que hizo el club, firmar su mejor año hasta codearse con la élite, como una producción de cine independiente que se cuela entre las superproducciones.
Buena parte del éxito remite a la dirección de reparto ejercida por Moncho Fernández y sus ayudantes, Víctor Pérez y Gonzalo Rodríguez, sin olvidar al director general, José Luis Mateo, a la hora de negociar con los actores y poner nombres sobre la mesa para el casting.
A toro pasado, y a modo de resumen, el Alquimista de Pontepedriña ha aceptado pasar revista a la temporada de cada uno de los jugadores y etiquetarlos con el título de una película.
El guion estaba claro desde el minuto uno y el reparto de papeles también. La clave estuvo en la elección, y en el riesgo. Porque el Obradoiro fio buena parte de su suerte a tres intérpretes sin experiencia en los escenarios de la ACB a los que se les podía advertir tanto potencial como dudas. Pavel Pumprla, Robbie Hummel y Salah Mejri no dejaron de progresar. Los que repetían del pasado curso también mejoraron las expectativas. Y los que llegaron de otros destinos de la ACB, tres cuartos de lo mismo.
Adiós de Kendall
La mayoría se han revalorizado. Caso de Salah Mejri, que se irá al Real Madrid. O Kendall, que anunciaba ayer en su cuenta de Twitter que siempre llevará Santiago en su corazón.
el uno a uno de moncho fernández