Navarro vuelve a Sar con galones

M.G. REIGOSA SANTIAGO / LA VOZ

ANDAR MIUDIÑO

David Navarro y Randell Jackson fueron claves en la permanencia con el Rosalía.
David Navarro y Randell Jackson fueron claves en la permanencia con el Rosalía. paco rodríguez< / span>

El exjugador del Rosalía es octavo en valoración de la Liga Endesa

07 ene 2015 . Actualizado a las 10:31 h.

Sin duda, uno de los nombres propios que se está ganando a pulso el cartel de protagonista en esta primera vuelta de la Liga Endesa es el de David Navarro, escolta que este sábado visita Sar. Precisamente, el recinto en el que empezó a despuntar, hace ya una década. Entonces militaba en el Rosalía, en la LEB Plata. Jugó un año en el conjunto colegial, despuntó y al acabar la temporada 2004/05 hizo un doble salto mortal sin red hacia la ACB, para recalar en el Manresa.

Lo que parecía un paso adelante indiscutible devino en frenazo. Sin minutos ni protagonismo vio cortada su progresión y en febrero del 2006 regresó a Santiago. Pero ya no fue lo mismo. Le faltaban la confianza y el empuje que lo habían catapultado.

Paso atrás para tomar impulso

Navarro tuvo que dar uno o dos pasos atrás para volver a tomar impulso. Pasó por el Gestibérica de Vigo y el Caja Rioja en la LEB Plata. Y, tras tres años, empezó de nuevo a repuntar. Regresó a la LEB Oro con el Girona, jugó media temporada en el Valencia en la ACB, volvió a la LEB Oro con el Menorca y de nuevo dio el salto a la Liga Endesa. Se subió al tren del Valladolid y firmó una buena campaña. Pero todavía tuvo que esperar a la consolidación. Recaló en el Andorra, fue uno de los artífices del ascenso y a la tercera está siendo la vencida. En la clasificación de los más valorados, es el octavo, solo superado por Sikma, Lima, Panko, Jelovac, Nacho Martín, Marco Todorovic y Tomic.

En su etapa en Vigo conoció a su actual pareja, de Porriño. Y en verano, cuando se acerca en vacaciones, no es difícil verlo en el pabellón matando el gusanillo del baloncesto y manteniendo la forma.

Un jugador que conoce bien a David Navarro es Miki Feliu. Ambos coincidieron en la cantera del Manresa y desde entonces mantienen una gran relación.

En opinión de Feliu, la clave de la gran campaña que está haciendo el escolta del Andorra es «la confianza». Subraya que «la técnica y el talento los ha tenido siempre. Ahora se le ve muy a gusto, capaz de hacer muchas cosas. Por decirlo de alguna manera, está en la segunda parte de un proyecto. Ya fue pieza importante en el ascenso, y lo sigue siendo».

El que fue su entrenador en el conjunto colegial, Félix Muñoz, guarda un buen recuerdo del escolta que, a menudo, hizo funciones de base. El técnico recuerda especialmente el gran partido que cuajó en el duelo decisivo por la permanencia, ante el Guadalajara.

Humildad y trabajo

«Cuando llegó al Rosalía -apunta Félix Muñoz-, David era muy joven, estaba en proceso de maduración. Ya entonces era un jugador con muy buenas piernas, tanto en defensa como en ataque, disciplinado, trabajador y humilde. Quizás lo mejor de su juego es el tiro tras bote, con parada en seco, a cuatro o cinco metros del aro. Ahí es letal, y es una faceta que incluso ha mejorado. Puede tirar de tres, pero quizás no se prodiga tanto por eso, por lo bien que lanza en la media distancia. Sus porcentajes son muy buenos».

Aquel escolta que llegó a Santiago apenas sobrepasados los veinte años regresa este fin de semana como uno de los estandartes del Andorra. Promedia 28 minutos por partido, 11,4 puntos, tres rebotes y 14,1 de valoración.

Otro jugador del Andorra que guarda relación con el Rosalía, pero en este caso indirecta, es Betinho. En febrero del 2008, Raúl López, entonces presidente del Breogán, echó el resto para tratar de fichar a Brad Oleson. Aquella negociación no prosperó y tras el no del escolta de Alaska el elegido fue el alero portugués, un portento físico. Es otra de las piezas maestras en el engranaje de Joan Peñarroya.