Una pésima primera parte lastra a los de Moncho Fernández
25 ene 2015 . Actualizado a las 12:08 h.El Obradoiro Rio Natura Monbus regaló la primera parte ante el Manresa, en la que encajó 51 puntos, y al final no pudo recuperar el terreno perdido en los dos primeros cuartos: 78-59. El cuadro catalán logró la victoria ante un adversario muy apático y demasiado frío en la pista catalana. El Obra cayó por culpa de una mala defensa, por sus escasos registros en ataque y porque el rival tuvo un gran acierto en los lanzamientos de media y larga distancia.
El partido empezó con un 5-0 del Manresa, con dos canastas (un triple) de Sakic que empezaron a marcar el camino del triunfo. Grimau y Dewar, con otro triple, golpearon de nuevo a la débil defensa del Obra. Waczynski le dio un poco de vida a los de Moncho Fernández con un buen lanzamiento desde la línea de triples. Entonces, el técnico de Pontepedriña dio entrada a Rafa Luz por Pozas y a Nankivil por un despistado Kleber, demasiado alejado del aro. Fueron los mejores momentos del cinco compostelano en el primer acto y así se colocó a un solo punto (14-13) gracias a dos triples casi consecutivos de Corbacho y Giannopoulos.
Pero esta tímida reacción fue un espejismo. El Obra volvió a ceder en el rebote y se dejó intimidar en defensa. Por el contrario, el Manresa mantuvo la misma tensión y conservó el buen acierto en el tiro. Sakic y Grimau marcaron otra vez el territorio y el Obra se echó una siesta. En la recta final del primer cuarto apareció la figura de White, que anotó cinco puntos seguidos (una canasta de dos y un triple) y permitió una ventaja de nueve para los catalanes (28-19), en un primer cuarto en el que el Manresa firmó más de un setenta por ciento en tiros de dos y un sesenta por ciento en triples.
Un pequeño descanso, y vuelta a lo mismo. El Manresa, muy inspirado y más metido en la batalla, siguió golpeando con dureza a un Obradoiro demasiado débil y triste. Chagoyen falló los primeros ataques del segundo cuarto y el Manresa respondió con Grigonis (triple) y Ogilvu, que fue una pesadilla en el poco tiempo que jugó, para irse de catorce puntos en un abrir y cerrar de ojos (33-19).
Sin reacción
Los gallegos no fueron capaces de reaccionar y el Manresa jugó a placer, casi sin oposición. Las rotaciones tampoco le funcionaron a Moncho Fernández y el cinco catalán fue aumentando su ventaja con el paso del tiempo. Llegó a estar veintitrés puntos por encima en varias ocasiones, antes y después del descanso.
El segundo cuarto fue para olvidar. Los obradoiristas solo anotaron nueve puntos y los manresanos se lucieron en los lanzamientos triples. También Corbacho, en dos ocasiones en este segundo cuarto, y Cárdenas acertaron desde lejos, pero sus intentos de acercar al Obradoiro en el luminoso no sirvieron para nada. El cinco santiagués fue pisoteado y se quedó sin vida antes del descanso. Ya no pudo recuperar el oxígeno suficiente para darle la vuelta a un partido que ya tenía muy mala pinta desde el primer segundo de juego.
Mejor en defensa
En la segunda parte, el Obradoiro ajustó mejor su defensa y estuvo más agresivo en el rebote. Ganó los dos últimos cuartos ante un Manresa más relajado y que supo mantener el tipo. En los dos últimos cuartos, el cinco santiagués solo encajó 27 puntos (recibió 51 en los dos primeros), pero su balance ofensivo no fue suficiente para aproximarse en el marcador. Al final, el Obradoiro cayó fulminado en Manresa tras ofrecer una pobre imagen ante los catalanes.