El Obradoiro adelanta trabajo

Manuel García Reigosa
M. G. REIGOSA SANTIAGO / LA VOZ

ANDAR MIUDIÑO

Garrei

El nuevo acuerdo con Bachynski se suma al fichaje de Spires y las renovaciones de Llovet y Pozas como los primeros movimientos del curso 18/19

05 dic 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

En el verano del 2009 el Obradoiro encaró un reto colosal, armar un equipo para la ACB partiendo de cero. Era como un fondo de capital riesgo, desconocido. Puso en marcha la campaña de abonados antes incluso de hacer el primer fichaje. Aquel colectivo se quedó a la puertas de clasificarse para la Copa del Rey. Después se desinfló y descendió. Pero quedaron las raíces, que se hicieron más fuertes con el paso por la LEB. Y más adelante con el retorno a la ACB.

Han pasado ocho años desde aquellos primeros pasos y proyectos en los que era difícil convencer a los jugadores para que firmasen por más de una temporada o para que renovasen sus contratos con la campaña en curso. Y, a pesar de que ha bajado el presupuesto, hoy el club ya puede trabajar en el medio plazo, tal y como demuestran los últimos movimientos.

Incorporación y renegociación

La pasada semana el Obradoiro llegó a un acuerdo con Nick Spires por lo que resta de curso y uno más, hasta junio de 2019. Es un pívot sueco, pero también cupo de formación, por la etapa que pasó en al cantera del Barça.

La renegociación del contrato de Jordan Bachynski, pensando más en la próxima campaña, está cerrada. El pívot canadiense con pasaporte polaco se queda en Santiago para completar la recuperación de la miopericarditis que le obliga a mantener reposo por tiempo indefinido. La evolución va por buen camino, pero todavía es pronto para hablar de plazos. Cabe la posibilidad de que pueda jugar esta misma temporada. O que tenga que esperar a la siguiente. En todo caso, a final de curso el Obradoiro tiene una opción unilateral para hacer efectivo el contrato hasta junio de 2019. Los emolumentos del pívot son unos mientras está apartado de las canchas y otros en el momento que pueda jugar.

Con anterioridad a estos dos movimientos, el club llevó a buen puerto otras dos operaciones de calado, ya que se ha asegurado la continuidad hasta 2020 de dos de los referentes, Nacho Llovet y Pepe Pozas. Son dos jugadores que se han identificado desde el minuto uno la idiosincrasia de la entidad, con muchas horas de vuelo en la Liga Endesa y que son cupo.

Y este verano tanto Sabat como Navarro firmaron por dos temporadas. Desde que iniciase su singladura en la ACB, el Obra nunca había tenido a estas alturas de curso tanto trabajo adelantado en la planificación. Ya es algo más que un destino de paso.