Corby, un alero distinto

Tito Díaz EL ESCÁNER

ANDAR MIUDIÑO

12 feb 2018 . Actualizado a las 20:58 h.

Alberto Corbacho, el excelente, y casi gallego, jugador mallorquín está de cumple, 200 partidos con la camiseta del Obra. Los 46 primeros los disputó en la LEB el año del ascenso, importantísimo para la historia del club, y para su propia trayectoria. Es, pues, junto con sus entrenadores, Moncho, Gonzalo y Víctor, superviviente de la plantilla que consiguió aquel ascenso histórico de la temporada 2010/11, aunque en el caso de Corby con un breve viaje, pagado, de ida y vuelta a Vitoria.

Es, sin ninguna duda, un alero distinto. Para empezar, no es ni un dos ni un tres, sino que es más todavía, las dos cosas al mismo tiempo.

Además, es un jugador de tangibles. Sus números, y sus récords están ahí para el que lo quiera comprobar, el último esos 13 puntos en un apenas tres minutos del segundo cuarto contra el Valencia.

Pero es también un jugador de intangibles. Ahí seguro que también tiene varios récords de los que no aparecen en las estadísticas, como el de jugador que provoca más tiempos muertos en el equipo contrario, cuántos se habrán pedido tras un triple suyo… O el que más agarrones recibe, sin penalizar, antes de salir de bloqueos, o el que ha enviado a más defensores al banquillo (despiste defensivo triple que te crio), o el que más veces ha levantado a la grada de Santiago.

Y luego está esa capacidad añadida, también intangible, de generador de espacios, hacer que el partido se juegue 4 contra 4 cuando él no tiene el balón, capacidad valiosísima para el ataque de su equipo y molestísima para la defensa contraria, al mismo tiempo.

Y es un jugador que también sabe lo que es el barro, las lesiones, las etiquetas, que si no es físico, que si el rebote, que si en defensa tal…. Pero no parece afectarle en absoluto, ni se inmuta, se diría que le da igual lo que piensen los demás. Él a lo suyo, a trabajar cada día, a jugar al baloncesto, a hacer disfrutar al público con su espectacularidad, con su saber estar, con y sin balón, con su velocidad de tiro, ¿otro récord?, con sus fintas, con sus espaldas ganadas… Con su capacidad, en fin, tampoco reflejada con números, de generar alegría a los seguidores del Obra, y también, por supuesto, a todos los que gustamos del baloncesto bien jugado.

Por todo eso, enhorabuena por esos 200 partidos, y muchas gracias por tu juego Corby.

Y que cumplas muchos más.