El ala pívot alemán de los Mavericks está al tanto de la actualidad del club y será un seguidor más en Sar
09 may 2019 . Actualizado a las 22:53 h.Maxi Kleber dejó huella en el Obradoiro. Y viceversa. En Sar catapultó su carrera, después de dos años en los que las lesiones no le habían dado tregua. De Santiago saltó al Bayern de Múnich y de allí a la NBA, donde coincidió con otro exobradoirista de buen recuerdo, Salah Mejri, y esta campaña con Luka Doncic. El brillo del recorrido no le impide volver los ojos sobre un club y una ciudad donde fue feliz.
-¿Cómo recuerda su paso por Compostela?
- Siento mucha emoción de estar aquí. Es la primera vez que vuelvo desde que jugué en Sar. Me alegra reencontrar a los mismos entrenadores y a los mismos trabajadores del club en la oficina. Son como una familia para mí. Era la primera vez que salía a jugar fuera de casa. Recuerdo que era un gran paso para mi. En el Obradoiro me acogieron como parte de su familia. Fue muy fácil adaptarme y jugar aquí. Recuerdo que hicimos muy buen baloncesto, baloncesto inteligente. Creo que en el Obradoiro es donde di los pasos más grandes en mi carrera, donde me volví mejor jugador, con ayuda de Gonzalo, Víctor y por supuesto Moncho, que me ayudaron a dar el salto más grande para ser el jugador que soy hoy. Estoy muy agradecido por ello.
-¿Qué le aportó el Obradoiro?
-La manera en la que jugábamos, todo lo que hacíamos, me ayudó a aprender a jugar un gran baloncesto. Jugábamos tanto en el ámbito ofensivo como en el defensivo, cosa que no había hecho hasta que llegue aquí. Todo eso me ayudó mucho a aprender sobre baloncesto y a entender los partidos.
-¿Fue, quizás, el paso más importante de su carrera?
-El baloncesto de la ACB es muy físico. Aprendí a jugar más duro y mejor, y fue un paso crucial para mí de cara a llegar a EE UU. El Obra fue clave para acabar llegando a la NBA.
-A pesar de que el baloncesto es muy distinto.
- Muy diferente. Lo echo de menos. Aquí hay muchos movimiento, muchos pases, todo el mundo se mueve y está metido en el juego, es un estilo completamente diferente. No obstante, las bases del baloncesto son las mismas, y es por ello que a día de hoy me puedo considerar uno de los buenos defensores de la NBA. La razón de esto es el Obradoiro, porque jugábamos muy buenas defensas, éramos muy defensivos, y creo que en Dallas por eso soy uno de los mejores defensores del equipo, por lo que aprendí en el Obra.
-¿Tiene oportunidad de ver partidos del Obradoiro?
- Es difícil, porque cuando ellos juegan nosotros tenemos entrenamientos, pero si hay un partido que me encaja por supuesto que lo veo. Esta temporada no lo he podido seguir mucho.
-¿Está al tanto de la situación del equipo?
-Claro. Necesitamos una victoria ante el Gran Canaria y otra el sábado. Me encanta como juego este equipo. Creo que Moncho es un excelente entrenador y espero que saquen una importante victoria.
-Por cierto, dos obradoiristas en Dallas es todo un récord. ¿Hablan algo de su paso por aquí?
- Salah es una persona increíble, un compañero gracioso. Me encanta salir con él porque cualquier rato con Salah es diversión asegurada. Sí, la primera vez que lo conocí nos hicimos una foto para Tomas y la enviamos aquí.
-Doncic, Porzingis y Kleber juntos la próxima campaña en Dallas ¡Menudo tridente!
-No tengo contrato todavía, pero espero poder jugar el año que viene porque yo quiero jugar en Dallas, y con Doncic y Porzingis tendremos un equipo muy talentoso y joven.
-Alguien tiene que coger el relevo de Nowitzki.
- Eso es más para Luka y Porzingis.
-La despedida a su compatriota es de las que no se olvidan.
-Fue muy emocionante. Los últimos dos partidos hicieron vídeos y él lloraba porque estaba muy emocionado. El último partido en casa hubo un gran vídeo. Y luego, el último partido en San Antonio, los contrarios tenían también uno. Fue increíble.
-¿Preparado para ser uno más en la grada ante el Gran Canaria?
-No puedo esperar al partido y sentir otra vez la atmósfera que hay aquí. Es emocionante y único.