Mike Daum conoce el lado amargo

Manuel García Reigosa
M. G. REIGOSA SANTIAGO / LA VOZ

ANDAR MIUDIÑO

Alba Pacheco

Hace un año le dio la victoria al Obradoiro frente al Fuenlabrada con un palmeo en el último segundo, el sábado perdió el balón decisivo ante el mismo rival

05 abr 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Mike Daum es, probablemente, el jugador del Monbus Obradoiro con un carácter más expansivo y mas optimista, de los que contagian buena química, el primero en tirar del ánimo. En Fuenlabrada le tocó vivir y conocer la otra cara de la moneda. No tenía consuelo a la conclusión de la contienda, por más que esta vez fueron sus compañeros los que se aplicaron para hacerle ver una de las máximas por las que siempre se rige el vestuario: gana y pierde el equipo.

En el Fernando Martín cometió la falta personal sobre Trimble en el intento triple del base para empatar el partido. El jugador del Fuenlabrada marró el primer tiro desde la línea de 4,70, anotó el segundo y falló el tercero. Daum se hizo con el rebote, arriesgó en el bote para pasar a campo contrario y perdió el balón.

Es el mismo Daum que la pasada campaña anotó la canasta del triunfo ante el Valencia y el que le dio la sexta victoria de aquel curso en Sar al Obradoiro, precisamente frente al Fuenlabrada, con un palmeo en el último segundo.

Esta temporada empezó como uno de los jugadores en mejor forma, hasta que se torció un tobillo en el partido de Bilbao. Desde entonces le está costando reencontrar su mejor nivel, tanto en ataque como en defensa. Aun así, es segundo en el ránking de reboteadores del equipo, solo superado por Birutis. Y es tercero en anotación, tras Robertson y el propio Birutis. El objetivo del Obradoiro es recuperar al jugador que siempre inyecta energía y que ofrece muchas alternativas tácticas a Moncho Fernández, ya que puede desenvolverse como cuatro y como tres.

Si pudiese entrar público a Sar el sábado, ante el Manresa, la mayor ovación probablemente sería para Daum en la ronda de presentaciones, porque la afición sabe reconocer a los que se implican, más allá de errores puntuales como el de Fuenlabrada. Una precipitación que recordó mucho a la de Maxime de Zeeuw la pasada campaña en Gran Canaria.