La sociedad Blazevic&Bender se abre paso en el Obradoiro

Manuel García Reigosa
M. G. REIGOSA SANTIAGO / LA VOZ

ANDAR MIUDIÑO

Sandra Alonso

La complementariedad del lituano y el croata ya se hizo notar ante el Zaragoza, uno descifrando la cartografía en el poste bajo, el otro con su repertorio en ataque

30 sep 2022 . Actualizado a las 21:11 h.

El Monbus Obradoiro ha configurado el juego interior para este curso con dos jugadores que ya estaban en el equipo, Álex Suárez y Edgar Vicedo. Con un pívot que conoce bien la categoría, Rubén Guerrero. Y con dos debutantes en la Liga Endesa, jóvenes pero ya con bastante mili hecha. Es la doble B, Blazevic& Bender asociados. Los dos dejaron una buena impresión en el debut y la sensación de que tienen mucho que decir esta temporada.

Víctor Pérez, ayudante de Moncho Fernández que trabaja a diario estrechamente con los pívots, subraya que los dos son «talentosos» y tienen «mucho recorrido por hacer», pero desde distintas perspectivas. El lituano es más joven, solo 21 años, y ya tuvo sus minutos el pasado curso en Euroliga con el Zalgiris. Ahora le toca ser menos actor de reparto y ganar protagonismo. El croata, a sus 24 años, ya suma experiencia en la NBA y la Euroliga, pero tras un año parado necesita reencontrar sensaciones, ese ajuste fino que da la competición.

Blazevic es un jugador que ya está entrando por el ojo de los aficionados de Sar por su manera de manejarse cerca del aro. Así lo retrata Víctor Pérez: «Se desenvuelve muy bien en la pintura, domina los pivotes, las fintas, el timing del uno contra uno de espaldas al aro. Es su mayor virtud. Le gusta jugar en el poste bajo y se desenvuelve bien».

Ante el Zaragoza, el pívot lituano tuvo su cruz en las faltas personales, las que le pitaron en contra y las que pasaron por alto sobre él. Pérez encuentra una explicación a ese doble vector que tiene que ver más con la edad y la demarcación que con su condición de debutante: «Los jóvenes se mueven más en el límite, arriesgan más. Tienen que entender el arbitraje. Y a los grandes se les suelen pitar muchas faltas, en cambio hay mucha permisividad en la defensa sobre ellos en la pintura».

Bender también está entrando por el ojo, en su caso por la facilidad para ver aro. «Puede anotar de muchas maneras distintas —indica Víctor Pérez— y eso hace que en la pista tenga un impacto que otros no alcanzan. Puede anotar en media distancia, en la larga, puede poner el balón en el suelo, anota después de rebote ofensivo, en las transiciones... Se pueden dar circunstancias como en el primer cuarto ante el Zaragoza, cuando en pocos minutos tuvo muchas opciones y las convirtió. También ayuda en el rebote. Otra de sus características es que tiene una gran presencia en el juego».

Aprovechamiento en defensa

A todo ello le suma su implicación defensiva y el aprovechamiento de sus cualidades: «Es grande en la posición de cuatro y se hace grande, con una gran capacidad de timing en el salto. Cuando él está en pista, defensivamente ocupa mucho y limita mucho las penetraciones y las finalizaciones cerca del aro».

Tanto a Bender como a Blazevic como al resto del equipo les esperan dos pruebas de máxima exigencia. Este domingo toca visita al Real Madrid. «Creo que es el más polivalente de los últimos años, con varios jugadores capaces de hacer varias posiciones, también muy físico, con gente muy grande en todos los puestos», resalta Víctor Pérez.

El sábado de la semana próxima llega a Sar el Girona de Marc Gasol. «Es un privilegio tenerlo en la Liga y demuestra el potencial de lo que es la ACB y la calidad sus jugadores —resume el ayudante de Moncho Fernández—. Dominó la LEB en todos los partidos y en el primero en la ACB ya se va a treinta de valoración ante el Real Madrid».

Las características de Bender y de Blazevic, al igual que las de sus compañeros en el juego interior, encajan con el baloncesto que pretende desplegar este Monbus Obradoiro, de más posesiones y más velocidad. Los cinco son jugadores dinámicos, capaces de desdoblarse y correr al contraataque. «Es, en cierto modo, la evolución a la que apunta el juego. Los cuerpos y la velocidad de los interiores son cada vez más versátiles y más móviles», concluye Víctor Pérez.