Los grandes presupuestos marcan el ritmo en la ACB sin concesiones

Manuel García Reigosa
M. G. REIGOSA SANTIAGO / LA VOZ

ANDAR MIUDIÑO

XOAN A. SOLER

Solo el Valencia sufrió para entrar en la Copa y la clasificación para los play off de la Liga Endesa ya empieza a abrir brecha respecto a los más modestos

01 feb 2023 . Actualizado a las 21:36 h.

El Monbus Obradoiro se quedó fuera de la Copa del Rey con el mismo número de victorias que el Valencia, nueve, pero peor coeficiente en la diferencia entre puntos anotados y recibidos. La semana pasada Kassius Robertson no tenía inconveniente en poner la proa apuntando al play off. En este caso la nota de corte suele situarse en torno a las 17 o 18 victorias a final de curso. No es fácil, sobre todo si se tienen en cuenta los presupuestos. En la primera mitad del campeonato no falló ninguno. De cara a la segunda, la tendencia se acentúa. Y sin concesiones no hay sorpresas.

El dinero no lo es todo, pero ayuda. La pasada campaña, sin ir más lejos, el Manresa, uno de los más modestos de la categoría, logró plaza tanto en el play off como en la Copa del Rey. Esta temporada, sin embargo, incluso con algo más de margen económico, está sufriendo para tomar distancia con los puestos de descenso. Hace un año se quedaron fuera de la Copa el Baskonia, el Unicaja de Málaga y el Gran Canaria. Los isleños y los vitorianos sí se metieron en el play off, en el que el único modesto fue el comentado Manresa. En la Copa también se habían clasificado el Breogán, otro de los presupuestos de bajo coste, y el Murcia, que es clase media.

  

Esta campaña se están imponiendo la dictadura de los pudientes. Solo el Valencia, castigado por las lesiones, sufre para aguantar el ritmo en la Liga Endesa, pero no se descuelga.

Encabezan la tabla el Real Madrid y el Barcelona, que superan los 40 millones y tienen por detrás a los clubes de fútbol para compensar las pérdidas.

El Valencia se va hasta los 17 millones de euros, dentro de un monto de 24,2 que incluye también el equipo femenino y toda la cantera. El pasado curso Juan Roig, mecenas de la entidad, aportó algo más de quince millones para cuadrar las cuentas. El Baskonia está en torno a 15.

Meritorio es el caso del Tenerife, que con 8,2 millones está aguantando el ritmo del grupo de cabeza. El Gran Canaria se va un poco más arriba, con 8,7, de los que 4,5 proceden de la subvención del Cabildo, máximo accionista del club.

El Unicaja de Málaga ha dado con la tecla esta temporada, tras unos años de dudas en los que dejó de ser alternativa de poder. El conjunto andaluz está completando una gran trayectoria, pero maneja un monto de 11 millones de euros. Entre la entidad bancaria y las administraciones públicas garantizan más de la mitad de esa cantidad.

El Joventut, tras superar un proceso concursal y tener problemas para conservar la categoría, ha tomado impulso a raíz de que la familia Grifols entrase en el club, a través de la sociedad Scranton. La pasada campaña su presupuesto se fue hasta los seis millones de euros y la previsión para esta se situaba en torno a ese umbral, un poco por encima, ya que oficia como anfitrión en la Copa del Rey.

Bisagra

Cualquier clasificación que no esté encabezada por estos ocho equipos implica sorpresa. De hecho, la Liga Endesa se está rompiendo en dos mitades, con el Valencia, el Obradoiro y el Breogán (nueve victorias y nueve derrotas) haciendo de bisagra. Comparten la octava plaza, pero ya están a dos del séptimo.

El siguiente en la lista de aspirantes al play off debería ser el UCAM Murcia, cuyos datos presupuestarios son un enigma. Pero puede servir como dato que el Obradoiro se planteó articular el proyecto para esta temporada con Pustovy como uno de los ejes. No prosperó porque las cantidades se quedaban muy cortas y ahora está a las órdenes de Sito Alonso.

El Monbus Obradoiro se va este curso hasta los 3,7 millones de euros. Forma parte del amplio pelotón en el que están todos los demás equipos, por debajo de los cuatro millones, en una campaña en la que la clasificación refleja, como hacía tiempo que no ocurría, las diferencias presupuestarias.