Las instalaciones, inauguradas hace treinta años, echan en falta mejoras en áreas como la iluminación artificial y está sobre el tapete el cambio de césped
05 oct 2023 . Actualizado a las 19:44 h.En junio se cumplieron treinta años de la inauguración del estadio de San Lázaro, que desde finales de 2018 lleva el nombre de Vero Boquete. Y lo cierto es que se nota el paso del tiempo, asoman achaques. Nada que requiera intervenciones drásticas, pero sí un sumatorio de detalles que empiezan a reclamar atención.
No deja de ser una instalación modélica y bien planificada, integrada en la ciudad, con un buen aprovechamiento de todos los espacios que se esconden debajo de las gradas. Y con el lujo que supone tener un campo de entrenamiento adyacente.
Pero también es cierto que es una infraestructura que nació con un déficit que nunca se ha podido corregir, y que se sepa no generó responsabilidades. En su día se optó por el formato ovalado para poder combinar el fútbol y el atletismo. Los más optimistas soñaban con ver a Carl Lewis sobre el tartán de San Lázaro. Pero aquella pista nunca pudo ser homologada. Fue languideciendo.
La luz y el abastecimiento eléctrico son los achaques más acuciantes. De hecho, la implantación de un sistema de publicidad LED junto a la grada de tribuna requiere, cada jornada, la presencia de un generador para reforzar la potencia. El Concello, propietario de las instalaciones, ya ha confirmado al club que está estudiando la manera de solucionar ese frente.
Otra cosa es la fuerza de la luz. Hace unos meses se desmontaron las torretas para proceder a trabajos de mantenimiento. Pero a nadie se le ocurrió que podía ser una buena oportunidad de cambiar los focos estropeados y los que aún están en uso por otros de nueva generación que consumen menos y mejoran las condiciones de visibilidad. Es como llevar el coche a cambiar la correa de distribución y aprovechar para sustituir alguna otra pieza desgastada, evitando el gasto más cuantioso, el del tiempo de mano de obra para acceder a la zona en cuestión.
Ahora la luz es la que es y si hubiese que retransmitir por televisión algún partido en horario nocturno, podría haber problemas. Si el Compos avanza en la Copa del Rey y le toca un emparejamiento de interés para los operadores televisivos quizás se contemple todo con otra óptica.
Con el Concello también hay conversaciones para tratar de mejorar los vestuarios y, sobre todo, poder instalar algún tipo de sistema de calefacción de cara al inminente invierno.
En otro frente, el de la cafetería del estadio ubicada junto al palco, que lleva años fuera de servicio, el club tiene el visto bueno para proceder a adecentar las instalaciones a fin de que puedan ser utilizadas los días de partido.
Informe de deficiencias
La edil de Deportes, Pilar Lueiro, recién estrenada en el cargo, está al tanto de los problemas y confirma la predisposición a buscarles una solución. Lo más urgente es el apartado eléctrico.
Pero también apunta que está pendiente de recibir un informe detallado: «Somos conscientes de que hai moitas cousas por facer. Nalgunhas dependencias hai filtracións. No caso do céspede, que nunca foi cambiado, hai que ver como proceder, e máis tendo en conta que está afectado por un fungo. Pero hai que ver prazos e orzamentos. Tamén está o marcador, coa posibilidade de instalar un vídeo marcador. Estamos a espera de recibir orzamentos. Hai que actualizar os convenios coas entidades que ocupan locais, porque algúns están caducados e nalgúns casos non existen. Son moitas cousas».
Y, entre ellas, la más novedosa atañe a las pistas de atletismo: «Parece ser que hai posibilidades técnicas para que sexan homologadas». Sin duda, sería una actuación histórica. Incluso milagrosa.