Cristiano Felicio, talento brasileño y fuerza en el juego interior nazarí

ANDAR MIUDIÑO

Antonio L Juárez

El pívot del Granada coincidió en los Bulls de Chicago con Pau Gasol

24 nov 2023 . Actualizado a las 20:16 h.

Cristiano Felicio se apresta a jugar su primer partido en Sar. La pasada campaña viajó con el equipo, pero no se vistió de corto. Entonces estaba en la recta final de la recuperación de una lesión que lo apartó de las canchas durante más de cuatro meses. El Granada no dudó en volver a apostar por el internacional brasileño como una de las piedras angulares del nuevo proyecto y el jugador está respondiendo a esa confianza.

Sin duda, es de los pívots que no pasan inadvertidos, por su poderío físico y por la agilidad y la velocidad que demuestra a la hora de mover un chasis de 211 centímetros y más de 120 kilos de peso. Lo decía esta misma semana su compañero Lluís Costa en una entrevista en La Voz de Galicia: «Cuando vi a Felicio aluciné, cuando lo vi correr aluciné todavía más». A más de un aficionado santiagués que en su día también siguiese los partidos del Lobelle le recordará a Betão, por la manera de desenvolverse sobre el parqué.

Esa fuerza de la naturaleza será una de las principales amenazas a las que se deberá enfrentar el Monbus Obradoiro en Sar esta tarde. Está promediando 11,6 puntos y 6,5 rebotes.

En la trayectoria del internacional brasileño sobresalen sus más de 250 partidos en la NBA con los Chicago Bulls a lo largo de seis campañas. Llegó a coincidir en el equipo con Pau Gasol. No lo tuvo fácil para abrirse hueco, ya que no fue elegido en el draft. Pero ofreció su mejor versión en la liga de verano, llamó la atención de la franquicia de Illinois y, aunque con alguna incursión en la liga de desarrollo, logró asentarse en la NBA.

Antes de adentrarse en el baloncesto, Cristiano Felicio empezó por practicar el balonmano. De ahí se pasó al fútbol y cuando comenzó a crecer por encima de la media, inició un proceso de reconversión en portero que no terminó de gustarle. Con trece años optó por practicar el baloncesto y ahí encontró su vocación.