Rubén Guerrero, pívot del Obradoiro: «Atrás es dónde tengo que hacerme mejor si quiero pelear esos minutos»

ANDAR MIUDIÑO

PACO RODRÍGUEZ

Apunta que el partido de Tenerife es de los que ayudan a coger confianza

07 dic 2023 . Actualizado a las 18:23 h.

Rubén Guerrero (Marbella, 1995) no está teniendo una temporada fácil en el Monbus Obradoiro. La suya es la demarcación más cubierta, con un Artem Pustovyi que ha ido conquistando minutos paulatinamente. Y los que deja el pívot ucraniano se los reparte con Marek Blazevic. No obstante, viene de completar su mejor expediente de la temporada, el sábado en el Santiago Martín. Y tiene una ventaja, porque ni desespera ni baja la guardia en el día a día de los entrenamientos.

—En una campaña difícil, imagino que el partido de Tenerife es de los que ayudan a coger ánimo.

—Es verdad que los minutos están complicados. Obviamente, todos queremos jugar el máximo posible y no estoy teniendo los que me gustaría. En ese aspecto, es duro. Pero es cierto, jugar minutos en Tenerife y, sobre todo, sentirme bien y ayudar al equipo te da confianza.

—Por movilidad y chasis usted está llamado a marcar territorio en defensa. Contra otros pívots o gente de perímetro. Recuerdo cómo ahogó la pasada campaña a McFadden.

—Atrás es dónde tengo que hacerme mejor si quiero pelear esos minutos. De hecho, me lo han comentado los entrenadores. Tiene que empezar desde ahí. Si defiendes estás en pista y si estoy en pista puedo hacer más cosas. Tengo que trabajar más en eso e intentar ser más constante.

—En Tenerife se fueron a más de noventa puntos en un mal día en el triple. ¿Son las cosas que solo le pasan al Obradoiro?

—Hay días y días. Hace un par de jornadas, en Manresa, no metíamos ni en una piscina. En Tenerife no estuvimos acertados en el triple, pero lo sacamos con otras cosas. Hicimos una muy buena segunda parte, los castigamos mucho dentro, sobre todo en el último cuarto. Nos lo trabajamos mucho. Íbamos once abajo en el descanso, pero no tiramos la toalla. Eso fue lo que nos permitió estar ahí y sacar un partido muy peleado.

—La defensa siempre es clave, y en este Obradoiro 23/24 quizás más, sobre todo en la medida en que consigue robar balones.

—Moncho nos hace mucho hincapié en que tenemos que ser un buen equipo defensivo porque en ataque hay muchas formas de buscar los puntos. Ofensivamente somos un equipo muy rico. Intentamos presionar. En Tenerife tratamos de hacerles un partido duro a sus bases y creo que lo conseguimos. Tenemos gente con buenas piernas que puede hacerlo. Si logramos estar bien atrás, en ataque es más fácil.

—El domingo toca el Joventut. ¿Como al Obra, le está costando coger vuelo porque se suman los percances físicos?

—Es verdad. Se suman los problemas físicos y eso te va lastrando. Pierdes a uno, pasan dos semanas y pierdes a otro, mientras el primero vuelve... Así es más difícil despegar y encontrarte bien, coger una buena dinámica. Y la ACB no perdona. En cuanto estás un poco flojo, cualquiera te puede ganar. Ellos están ahora mejor. Va a ser complicado.

—¿Medirse con un rival como Ante Tomic motiva especialmente?

—No estás todo el rato pensando en eso, pero sí sabes que viene un jugador histórico de la ACB. Siempre gusta, tienes ese gusanillo de retarte a ti mismo, de ver cómo puedes hacerle frente. Es un tipo grande que, dentro, juega genial. Pero también es muy bueno pasando. Puede hacer mucho daño de muchas formas. Somos tres que trataremos de hacerle la vida imposible.

—Tomic es un clásico. Pero ojo a Andrés Feliz. Es de los que la puede armar él solo.

—Es verdad que no lo han tenido durante varias jornadas (se ha perdido cuatro partidos). Pero ha vuelto por la puerta grande. No es solo este año. Lleva varios. Es difícil de parar, fuerte, se mete bastante bien dentro. Él solo puede hacer un lío.

—¿Cuáles son las señas de identidad de este Joventut?

—Es un equipo que juega muy bien, con gente veterana que tira del carro, y jóvenes canteranos que van dando un pasito adelante tras otro y tienen mucha calidad. Esa mezcla de veteranía y descaro de los jóvenes los convierte en un buen equipo.

«Me estoy yendo por las ramas, Joventut es lo que toca»

En las últimas jornadas el Palencia parece haber perdido algo de fuelle y se está descolgando. Pero la lucha no da tregua y cada fin de semana hay sorpresas. Más que nunca, cobra vigor aquello de que en la ACB cualquiera le puede ganar a cualquiera. El que se despista, lo paga. El que resiste, va aguantando.

—Tendemos a pensar que cada temporada es la de más nivel. Pero en esta la lucha por la Copa está que arde. Y casi todos los equipos sienten que deberían llevar alguna victoria más, incluido el Obradoiro.

—Así es. Se te escapan partidos que deberías haber ganado, como nos ha pasado a nosotros en más de uno. Pero luego ganas otros de esos que, a priori, no cuentas con ellos. Les está pasando a todos los equipos. En la pelea por la Copa del Rey están ahora Murcia y Girona muy metidos. Va a estar reñida hasta el final. Se hace raro ver los problemas que están teniendo para meterse equipos como Baskonia, Tenerife o el propio Joventut. Incluso nosotros, si sacamos varios partidos, podríamos tener opciones.

—Lo que pasa es que, viendo el calendario que queda en la primera vuelta, da la impresión de que es mucho soñar. Por la entidad de los rivales y porque casi no hay margen de error.

—Es complicado, seguro. Vamos a Badalona, viene el Madrid a Sar, luego toca el derbi en Lugo, viene Murcia y visitamos al Barça. Es complicado, sí.

—No sé si Moncho Fernández le va a decir qué es eso de pensar tan a largo plazo, que en el Obradoiro no se hacen más cuentas que las del siguiente partido.

—(Risas). Es cierto, me estoy yendo por las ramas, Joventut es lo que toca.