Raúl López, presidente del Obradoiro: «No me cabe duda de que el cuerpo técnico sacará el equipo adelante»

ANDAR MIUDIÑO

ALBERTO LÓPEZ

«No todo sale como querías», dice sobre la falta de un director general

24 ene 2024 . Actualizado a las 00:28 h.

Raúl López (Sarria, 1950) llegó al Obradoiro cuando frisaba ya los 60 años. Tiene más de 70 y sigue al frente de la nave, después de trece campañas consecutivas en la ACB. Desde el corazón de la sede de Monbus, la empresa que es también el principal patrocinador del club, pasa revista a una temporada que está resultando complicada.

—¿Está siendo esta la campaña más dura de todas?

—No. Las hubo peores. Acabamos de pasar la primera vuelta y hay mucho camino. Hay una persona en el club en la que delegaba y confiaba (José Luis Mateo) que se marcha. Consultando conmigo, otras veces no era necesario, hizo un gran trabajo. Pero tras su marcha hay un cambio. Entendimos que era un buen momento para intentar darle otro aire al equipo, a ver si éramos capaces de ilusionar a la afición. Hicimos un presupuesto un poco mayor para fichar jugadores con la ilusión de competir en Europa. Y creo que la gente lo percibió bien. Pero en el camino aparecieron los imponderables.

—Lo comentaba en agosto y vuelvo sobre lo mismo. Ha sido un error no cubrir la plaza de director general.

—Puede ser. No todo lo que haces sale como tú querías. Hubo dos opciones que por unas circunstancias u otras no fructificaron. Los consejeros entendimos que entre nosotros sacaríamos eso adelante. Y nos serviría para conocer más los entresijos del club. Este es el año que más tiempo le estoy dedicando al club.

—Pero es un área que requiere dedicación absoluta, no se puede atender a tiempo parcial.

—Sabemos que hay que profesionalizarlo más. Ahora tenemos una percepción más precisa del club y de sus entresijos.

—Permítame la acotación, la percepción es que no hay nadie al volante.

—La percepción es una cosa y la realidad es otra.

—Preciso. No digo que el club esté descabezado ni abandonado, me refiero más al día a día.

—Repito que no siempre salen las cosas como uno espera. Creíamos tener una buena idea y que podía funcionar. En algunas cosas ha ido bien. Y, efectivamente, quizá la percepción es que no funcionamos. Pero puedo garantizar que el club está totalmente controlado por el consejo de administración, con el presidente al frente. Créame que no es fácil. Todo el mundo está al día en los cobros. Acabamos de pagar 400.000 euros en impuestos, que este es un mes de tributos. Y, por ejemplo, tenemos pendientes partidas de las instituciones del año 23. Solo tengo palabras de agradecimiento a los consejeros por su implicación.

—Lo que sí parece es que tras la marcha de José Luis Mateo hay un cambio de guardia.

—¿Cómo un cambio de guardia?

—Pues que ahora marcan la pauta en el consejo Rafael Silva, Petene y completa el dos más uno Pepe Casal, de la Fundación.

—No. El que marca la pauta...

—Antes de que siga, que lo veo venir. Cambie marcar la pauta por los ideólogos.

—Tampoco. Lo niego rotundamente. Tanto el amigo Rafa Silva como el amigo Petene lo único que están haciendo es tratar de llevar ciertas cosas, que tendrían que llevar otras personas, pero no como ideólogos sino como involucrados en el club. El que está al frente es el presidente. Quien lleva las riendas del club es el consejo de administración. El club sigue con las mismas pautas que tenía.

—¿Cómo explica la marcha de Espina y Delfín?

—Tengo un respeto enorme por Rosa y por Óscar, que estaba muy metido en esto. Pero llegó un momento en el que dice me voy. Le agradezco todo su trabajo todo el tiempo que ha estado en el club y su contribución para que saliese adelante.

—¿La confianza en Moncho Fernández sigue siendo absoluta?

—No me cabe la menor duda de que él y el cuerpo técnico van a sacar el equipo adelante, como han hecho todos los años, manteniendo las cosas que se hacen bien y corrigiendo los errores. Y le digo más, a la afición también le pido que se implique como lo ha hecho, que aparque las discrepancias. La manera de salvar esta situación la sabemos, todos juntos.

—¿Ese es el sentir general de todo el consejo? ¿Hay unanimidad?

—Una cosa es el consejo y otra lo que puede pensar cada uno de sus integrantes. Pero el consejo solo tiene una voz y el consejo está al lado del entrenador. Todos los fichajes que se han hecho hasta la fecha han llegado con el visto bueno de la dirección deportiva y del cuerpo técnico. Y estamos abiertos a la posibilidad de reforzar el equipo.

«Todos somos necesarios pero nadie es imprescindible, empezando por mí»

Antes de empezar la charla, y de camino al despacho, Raúl López aprovechó para preguntar por un par de autobuses con destino a Zaragoza, por los de Portugal y por un par de detalles del día a día. Hizo un paréntesis para la entrevista sobre la actualidad del club. Cuando termina, ya es noche, pero todavía vuelve a ponerse el chip de Monbus para completar la jornada. Sobre el tapete está la posibilidad de reforzar el equipo y la posición que más suena es la del base. En el transcurso de la conversación también deja caer que su ciclo en el Obradoiro puede estar acercándose al final. Pero ahí amaga y no concreta.

—¿El club tiene margen o capacidad económica para fichar?

—La tiene Raúl. El club está cumpliendo escrupulosamente el presupuesto. Incluso ahorramos un poquito de dinero. Como soy responsable, no culpable, garantizo que el dinero lo pongo yo. Lo intentamos con Shannon Evans. Pero al final se fue al Joventut. Lo que sí le digo es que no pondré en peligro las nóminas de jugadores y empleados por fichar a alguien que desestabilice nuestra economía. El club está al día, pagando incluso amortizaciones del crédito que hubo que pedir por el covid. Y eso va a ser así mientras yo esté aquí.

—¿Es un aviso de que su etapa tiene fecha de caducidad?

—Todo el mundo tiene fecha de caducidad.

—¿Pero la empieza a poner en el calendario?

—En el Obradoiro todos los que estamos somos necesarios pero nadie es imprescindible, empezando por mi. El único imprescindible es el Obradoiro.

—Insisto, suena a despedida o a dejarlo caer a ver que pasa.

—Yo digo lo que digo y que cada uno interprete lo que quiera. Nadie es imprescindible en ningún sitio. ¿Usted cree que soy imprescindible en Monbus? Soy una persona importante, pero el día que deje de estar porque me muera o me dé algo, la empresa seguirá. ¿Quién la va a llevar? El que le toque. Lo tengo claro y decidido.

—Como accionista mayoritario del Obradoiro, cuando llegue el momento, ¿ya tiene relevo a la vista?

—Habrá varios.

—Permítame solo una acotación entre esta ambigüedad. No sé si antes o después, pero el día que se vaya, si deja un club saneado y sin deudas, como mínimo la faena es de ovación y vuelta al ruedo.

—Cuando se marche Raúl López, si se marcha algún día, no dejará más que las deudas naturales, como antes le comentaba, en el caso del préstamo al que está haciendo frente el club. No hay ningún agujero, ni lo va a haber. El club tiene un patrimonio.

—Ahí me coge totalmente por sorpresa.

—Me refiero a que si algún día desciende, tiene que percibir un dinero de la ACB (en su día tuvo que aportar el fondo de ascensos y descensos, que entonces ascendía a 1,6 millones, en números redondos). Eso es patrimonio.

—La reflexión anterior iba también por el valor de las temporadas seguidas en la ACB. En este tiempo el Granada se refundó y bajaron equipos como Burgos, Andorra, Breogán, Fuenlabrada, Betis, Bilbao..

—Algunos han bajado y no han subido. Nosotros siempre hemos tenido claro que nuestro primer objetivo es la permanencia en la ACB. Así las cosas, ¿vamos a fichar algún jugador? Posiblemente, porque estamos en mercado. Pero no vamos a fichar por fichar. Habrá que fichar algún jugador que encaje dentro de la organización, según los criterios del director deportivo y del cuerpo técnico. A partir de ahí, el tema económico tendrá el respaldo del consejo de administración, con el presidente a la cabeza. También le digo, es muy difícil encontrar jugadores. Aun así, estamos convencidos de que se va a fichar algo. Tendrá que ser un gran refuerzo para apuntalar más al equipo.

—¿Uno o más de uno?

—Eso depende del área deportivo. Del tema económico se encarga el consejo de administración.

—¿Las dificultades son más de índole económica o de oferta muy limitada?

—Tenemos las posibilidades que tenemos y tampoco es fácil encontrar jugadores que respondan a lo que necesitamos. Además, el no jugar en Europa es otro inconveniente. A la hora de planificar cada campaña, hay jugadores que descartan la opción por eso, por no estar en Europa. Y también es cierto que hay jugadores que vienen al Obradoiro porque saben que aquí somos serios a la hora de pagar.

«Washington ha pagado por el tránsfer y la parte pendiente está garantizada»

Al pasar revista a la actualidad deportiva, Raúl López pone el acento en la lesión de Rigoberto Mendoza y la marcha de Eric Washington como dos contratiempos que han pasado una cara factura.

—Históricamente, el Obra no tiene suerte con las lesiones.

—Y tanto. Fíjese que estoy convencido de que si Rigoberto Mendoza no se hubiese lesionado el equipo se habría metido en la liga europea. Lógicamente, nunca se sabrá. Hizo un daño tremendo. No podemos olvidar que en la Liga Endesa las canastas están protegidas. Tengo en la retina el mate y cómo choca contra la canasta. Los hierros no tenían ninguna protección. Hablé con él y le dije: recupérate y juegas este año y el que viene. Y lo que me dijo es que en su tierra lo hubiesen enviado a casa.

—El daño de Eric Washington es mayor.

—Hasta el viaje a Andorra no sabíamos nada. Me llama el director deportivo y me dice que Washington tiene que viajar a Estados Unidos porque tiene a su abuela mala. La experiencia me llevó a recordar casos de jugadores a los que las abuelas se le murieron cuatro o cinco veces. Me suena mal y le digo que busque a un tío en Estados Unidos para saber si tiene abuela y si está mala. Llamo al agente y me dice que tampoco sabe qué ha pasado. Le decimos que le pagamos el billete de ida y el de vuelta, para que regrese antes del siguiente partido, salvo que falleciese la abuela, lógicamente. Pero no viene.

—¿Y a partir de ahí?

—El primer día estaba convencido de que teníamos un gran base. Y estaba convencido de que aún podía volver y dar un gran rendimiento. Pero se negó. A partir de ahí, lo denunciamos. Seguimos manteniendo su ficha en la ACB y pagando su seguridad social. Y buscamos un abogado especializado para que llevase el caso. Insisto, volvimos a pedir que volviese. Se negó. Al poco tiempo pide el tránsfer para jugar allí, porque quería jugar en un equipo cerca de la abuela.

—¿Contrataron el detective?

—Ahí no voy a dar más detalles. Creo que es lo mejor. Hice todo lo que había que hacer. Luego dijo que quería ir a Turquía, y le comentamos que no, que volviese a Santiago. Se negó. Y al no conseguir el tránsfer de la FIBA, él y su agente americano preguntan cuánto tienen que pagar. Al final, siempre es mejor un mal arreglo que un buen pleito. Cedimos un poco en las cantidades. Pero ha pagado. Y con la parte pendiente garantizada.

 «A la afición le pido que vuelva a encender la Caldeira»

Cuando queda casi todo la segunda vuelta por delante, Raúl López apela a la implicación de los seguidores, que siempre están la lado del equipo y han sabido dar un paso adelante en los tramos más delicados.

—¿Qué le pide a la afición?

—Siempre presumimos de afición. Solo le pido que apoye incondicionalmente. Es la única manera de mantener esto. Digo aquello de Fuenteovejuna, todos a una. Le pido que vuelva encender la Caldeira de Sar, que no se apague. Y como decía también antes, confiamos en el cuerpo técnico para salir adelante, como ha hecho otras veces. Estamos en una situación complicada, sobre todo por los partidos que van a venir. Pero también le digo, este equipo merecía dos o tres victorias más.

—Claro, pero esto es deporte.

—Evidentemente. También le ganamos a Baskonia, y a Tenerife. Pero me refiero a que con dos o tres victorias más, que estuvieron muy cerca, las cosas se verían ahora de otra manera.

—¿Le da miedo la temporada próxima?

—Miedo no me da nada. Ahora tenemos que pensar en esta. Y, cuando se acabe esta, ya llegará el momento de planificar la siguiente. Las cosas que no han salido bien, tratar de mejorarlas. En el tema deportivo, estoy orgulloso de haber fichado a estos jugadores