En 1995 Counting Crows publicaba Mr. Jones. Fue su primer gran éxito. Un año después se estrenaba la película con su mismo nombre, estaba protagonizada por Richard Gere. Se trataba de un personaje bipolar, con una personalidad desconcertante. Se puede decir que por Sar pasó el Jones «destroyer», el que hace lo que quiere, cuándo quiere. Manejó el partido cómo quiso y no había manera de pararlo. Podría haber venido en modo «se dejaba llevar», pero no, qué le vamos hacer.
El Obra salió con todo su arsenal, no se dejó nada en el banquillo, pero la banda sonora del partido sonaba con fuerza, Jones lo manejaba a sus anchas: se respiraba una sensación de impotencia. El Obra lo siguió intentado, aunque nunca logramos estar por encima en el marcador. El comienzo del tercer cuarto fue esperanzador: nos pusimos a tres puntos, buenos minutos de Rigoberto Mendoza… Pero rápidamente el Valencia neutralizó ese pequeño cambio de sintonía. El Valencia tiene un equipazo y el Obradoiro ya no tuvo opciones.
Quedan diez jornadas para seguir soñando. Hay que sumar a más jugadores para la causa. Noto a Howard desconcertado en defensa, pero sobre todo en ataque, no tiene alegría en su juego y él necesita jugar con desparpajo, se le nota triste, no es el jugador de principio de temporada. Lo necesitamos. No me cabe duda de que este equipo conseguirá el objetivo de la permanencia. Estamos pasando por momentos muy difíciles y a pesar de que sufriremos para conseguirlo tenemos que creer en estos jugadores y en este cuerpo técnico. Nunca nos fallaron y este año no va ser distinto. Si todos nos mantenemos unidos lo lograremos. Entiendo el desánimo entre la afición, pero esto solo tiene un camino que es el de dejar trabajar a este grupo para que nos lleven a disfrutar de la ACB un año más.