Prosigue la cuenta atrás de la ACB y, con ella, cada vez hay más en juego. Pero eso, obvio, todo el mundo lo sabe, y seguro que está muy bien recurrir a todos los valores que ahora, más que nunca, hay que tener en cuenta. Al final, es baloncesto, un partido más en Sar, en el que hay que salir con la mente limpia y con la confianza de que todo va a salir bien.
Enfrente estará un extraordinario equipo, porque el Baxi Manresa practica un excelente baloncesto en todos los aspectos del juego.
Verdad absoluta, de las pocas que hay, es la que dice que hay diferentes caminos para lograr el objetivo. Caminos de todo tipo, buenos y no tanto. Cada uno tiene su metodología y creo que la de Pedro Martínez y su staff ha superado todas las pruebas y en todas las circunstancias y escenarios.
La sencillez es privilegio de los buenos, porque hacen que lo difícil parezca fácil. Y esa es la mejor y mayor virtud de los del Bages, jugar un baloncesto tan bueno que parece fácil, y no lo es, con automatismos basados en la repetición, dominio de los espacios, tanto en juego posicional como en movimiento. Equilibrio, atención al detalle, timing, dureza, físico y talento.
Me gusta mucho cómo juegan, año tras año lo acaban logrando. Unas veces estando más arriba y otras sufriendo, pero siempre reconocibles y fiables. Nada fácil, pero marca de la casa. Conceptos e ideas al servicio del equipo, en el que el todo mejora la suma de las partes. Y esas partes saben jugar. Exteriores del nivel de Dani Pérez, Dani García, Branco Badio, Brandon Taylor o Williams, junto con Jaumpi Vaulet y un estelar Robinson, bien acompañados por Sagnia, Steinbergs, Pierre Oriola y Martinas Geben.
Balance 16-12 y luchando por entrar en el play off. Un rival de postín y baloncesto del bueno en Sar. El Monbus Obradoiro estará a la altura. Seguro.