La afición del Obradoiro también pone su cuota

ANDAR MIUDIÑO

Sandra Alonso

20 jun 2024 . Actualizado a las 19:31 h.

Este viernes a las 10 se cierra el primer plazo de renovación de abonos del Obradoiro y a partir de esa hora quedarán liberadas las plazas de quienes no hubiesen tramitado el carné para la nueva temporada. La respuesta de la afición es realmente buena, porque con la avalancha de última hora las cifras se sitúan en el entorno de los 3.000. Es un muy buen punto de partida y la constatación de que la identificación con el club está por encima de las circunstancias.

Con anterioridad, el consejo de administración también hizo un buen movimiento al confirmar su compromiso para poner en marcha un proyecto diseñado para competir por el ascenso. Otra cosa será que se consiga o no, porque hay factores imposibles de controlar, como las lesiones, y ello sin perder de vista que otros clubes van a disponer de tantos o más medios que los del propio Obradoiro. No gestionó igual de bien, sino todo lo contrario, los tiempos y las formas en la manera elegida para separar caminos con Moncho Fernández.

Otro buen movimiento ha sido la contratación de Héctor Galán. Dice el refrán que algo tiene el agua cuando la bendicen y, en el caso del asturiano, todas las impresiones sobre su etapa en el Oviedo son positivas. Ahora otra de las claves va a estar en el margen de maniobra que tenga. Porque la experiencia permite traer a colación una cita que se suele emplear en el debate político y que dice que «es complicado pensar una forma más peligrosa de toma decisiones que encargárselas a quienes no pagan el precio por equivocarse». No es su caso. Galán, sin duda, conoce los entresijos de la competición y la gestión, y está en el día a día de la entidad. Pero no tiene una tarea fácil por delante.

Ahora toda la atención se centrará en el proyecto deportivo que dirigirá desde el banquillo Gonzalo Rodríguez, partícipe en primera persona, como ayudante de Moncho Fernández, del ascenso y los trece años seguidos en la ACB. El tercer mosquetero de ese triplete, Víctor Pérez, ha optado por cerrar esa etapa y deja un vacío notable. Es otro de los nombres propios que se ha ganado el afecto del obradoirismo con su buen hacer, silencioso, a lo largo de estos casi tres lustros.

Más pronto que tarde, y sin prisas, porque hay tiempo y nunca son buenas consejeras, empezarán a llegar los fichajes. Será entonces cuando se pueda calibrar, con más precisión, la ambición del nuevo proyecto del Obradoiro y también resultará interesante ver cómo se van manejando los hilos.

De momento, la afición ya ha dado el primer paso y esa es una muy buena noticia para la salud y las expectativas del club.