También destaca el esfuerzo y el carácter del Obradoiro
08 ene 2025 . Actualizado a las 00:12 h.Félix Alonso comenzó su rueda de prensa agradeciendo al equipo su empeño y a la afición la ayuda prestada desde la grada: «En primer lugar, dar la enhorabuena a mi equipo por la victoria, y no solo por la victoria, sino también por el esfuerzo, porque ha sido una victoria basada en el esfuerzo, el coraje, la entrega, el creer y el no rendirse nunca. Y dar las gracias a la afición». No pasó por alto el flojo primer tiempo, «con 23 puntos de milagro, por ese tres más uno de Brad Davison». A pesar de todos los pesares, la grada no falló: «Nos han empujado, nos han dado alas y han creído en nosotros».
Puso el acento en la carga emocional que tenía el partido para los dos contendientes: «Había dos equipos con mucha ansiedad, con mucha necesidad, dos equipos probablemente en el peor momento anímico de la temporada. Nosotros, por la dinámica que veníamos arrastrando, Valladolid por esas cinco derrotas consecutivas y la destitución de Lolo Encinas, y ha podido pasar cualquier cosa».
Y añadió: «Tácticamente no ha habido mucho que valorar, creo que ha sido un juego psicológico y de fortaleza mental y me alegro de que por una vez en los últimos partidos caiga de nuestro lado, porque era algo de lo que adolecíamos, algo en lo que nos sentíamos un poco más débiles».
No pasó por alto la mejoría en la retaguardia respecto al anterior encuentro: «Veníamos hablando de algo que nos había pasado en el partido de Alicante, estábamos muy lejos del balón, presionábamos poco, la circulación era muy sencilla, nos anotan 90 puntos cuando tú, anotando 85 fuera de casa, lo normal es que ganes. En esta ocasión creo que el equipo ha entendido el mensaje, se han aplicado y me siento muy orgulloso por cómo se han esforzado. Ha habido defensas antológicas. En un partido que está tan cerrado, con tan baja anotación, ha sido fundamental para darle la vuelta».
El peso de la ansiedad
Volvió a poner sobre el tapete la ansiedad, que le está pasando factura al equipo en ataque: «Recuerdo tres tiros abiertos, cuno de Nacho Varela, otro de Micovic, otro de Jake Stephens, completamente solos, bastantes bandejas, y luego algunas acciones precipitadas de voy en contraataque contra tres y a ver si meto una canasta o saco la falta. Creo que una vez que nos quitemos esa tensión y esa presión vamos a jugar mejor, y creo que incluso en casa nos sentimos con una obligación mayor de ganar y de agradar a nuestro público».
Insistió en el carácter del colectivo para sacar adelante una situación complicada: «Hemos demostrado que el equipo no se ha rendido, que ha querido. Además, aun encima, ha habido una situación con 44 iguales, un triple de Nacho para adelantarnos, no lo anotamos, nos hacen otro parcial de 0-7, volvemos otra vez a vernos ahí abajo, pero aun así creemos, volvemos a recuperar. Honestamente, el equipo a mí me transmite mucha confianza en ese aspecto. Evidentemente, tenemos que seguir mejorando y ahora no podemos lanzar las campanas al vuelo por haber conseguido una simple victoria, pero vamos a trabajar para que este sea un punto de inflexión».
También ensalzó la variedad de recursos de este Monbus Obradoiro: «Hemos tenido quintetos que nos daban solidez defensiva, pero luego en ataque no conseguíamos arrancar. Es verdad que Álvaro ha estado muy bien, pero luego hemos terminado con otro quinteto totalmente distintos y esa es la virtud que tiene este equipo, la fortaleza, y tenemos que hacer de esa fortaleza algo importante para conseguir la victoria».