Alonso Grela: «El vestuario del Obradoiro es una piña, un lujo»

ANDAR MIUDIÑO

XOAN A. SOLER

El joven base se ganó el reconocimiento y el aplauso de Sar ante el Oviedo

12 ene 2025 . Actualizado a las 20:58 h.

Un asturiano, pero en las filas locales, fue uno de los jugadores más aplaudidos en Sar en el partido que libraron el Monbus Obradoiro y el Alimerka Oviedo: el base Alonso Grela (Mieres, 2006). Llegó hace tres años a Compostela para compatibilizar el baloncesto en una ciudad universitaria que le ofrecía la posibilidad de acceder a la carrera que quería hacer, Farmacia. La que ahora está cursando. Va un curso por delante de lo que le correspondería por edad y se organiza sin mayor problema para ejercitarse con el primer equipo e ir superando sus exámenes académicos. Tiene una cabeza privilegiada para los estudios y para el baloncesto. Cuando se le dice que le da bien a todo, comenta: «Lo intento».

La baja de última hora de Andronikashvili y la lesión sobre la marcha de Nacho Varela le abrieron las puertas para disputar minutos en momentos muy delicados del partido. Fueron seis, repartidos en dos tramos. Defendió al más alto nivel y no le tembló el pulso ni en la dirección del juego ni en los cuatro tiros libres que lanzó y convirtió.

Alonso Grela estuvo arropado en todo momento por sus compañeros, en especial por Álvaro Muñoz. Y a la conclusión del encuentro, ya fuera del vestuario, todavía recibía la felicitación efusiva de Brad Davison.

La victoria fue liberadora para todo el equipo, pero probablemente ninguno la disfrutó tanto como el joven base, que el próximo día 24 cumplirá 19 años.

Basilio Pampín fue su primer entrenador en el equipo júnior, cuando ya simultaneaba con el filial. A la hora de definirlo resalta tres cualidades por encima de cualquier otra: «Es currante, inteligente y competitivo». Y añade otra faceta: «Defensivamente es top». También destaca que es un jugador siempre dispuesto a progresar y que va mejorando su tiro exterior. En el uno contra uno suele resolver siempre con buen criterio.

El sábado, a la conclusión de la contienda, ponía en valor la oportunidad: «El partido estaba complicado y creo que pude con la presión. Sí que estaba un poco nervioso, pero ahí estuvimos».

Considera que la reacción del Monbus Obradoiro llegó a través de la defensa, de un mayor control del rebote en los dos lados de la cancha y de poder hacer transiciones rápidas.

Alonso Grela también agradecía el apoyo recibido por parte de todos sus compañeros: «La verdad es que el vestuario del Obradoiro es una piña, un lujo, cómo todo el mundo está siempre dispuesto a ayudar. Es un lujo».

Los minutos en el primer equipo no le hacen perder la perspectiva. Ya tenía puesta la cabeza en el partido del domingo con el filial, en Milladoiro, en el derbi frente al Marín.