Copa de España, una competición con déficits

ANDAR MIUDIÑO

XOAN A. SOLER

22 ene 2025 . Actualizado a las 19:05 h.

El viernes se disputan las semifinales de la Copa de España, que bajará el telón de esta primera edición el sábado (parecería más lógico jugar sábado y domingo). Y, a bote pronto, a falta de que los clubes puedan hacer una reflexión más sosegada, el experimento no ha salido bien. Entre otras razones, porque es una competición con bastantes déficits y pocos alicientes.

La mayoría de los entrenadores ya dejaron ver en su momento que incrustar partidos de competición oficial en septiembre, en plena pretemporada, condiciona el trabajo y no ayuda a la puesta a punto de los equipos.

El pretendido criterio de organizar los grupos atendiendo a la proximidad geográfica acabó por ser una broma de mal gusto. El Obradoiro tuvo que costear un desplazamiento a Cataluña para atender un doble compromiso que incluyó cuatro noches de estancia. En su grupo, El Prat organizó viaje de ida y vuelta a Compostela el mismo día del partido sin siquiera llegar a pasar por el hotel para descansar. En el grupo C, Ponferrada y Valladolid tuvieron que visitar al filial del Gran Canaria. Son los ejemplos más extremos, de desplazamientos que suponen un desembolso considerable en una competición sin apenas retorno económico.

En líneas generales, la federación no parece volcarse mucho con dos competiciones que deberían ser dos de sus estandartes, la Primera FEB y la propia Copa de España. Esta última pasa incluso bastante inadvertida en su propia página web.

Los clubes tienen que pagar por inscribirse en la Primera FEB 36.000 euros y avalar 150.000. Este trámite incluye la cesión de los derechos de imagen, que apenas reporta 15.000 euros a cada entidad participante. Los gastos de arbitraje suponen otro desembolso de más de 30.000 euros por temporada. Y por licencias, alrededor de 7.000 u 8.000. Eso sí, las nuevas altas se encarecen a medida que avanza el calendario, sobre todo en el caso de jugadores no comunitarios. En la segunda vuelta la tarifa pasa a ser de 4.000 euros. Y es una categoría en la que no consigue un patrocinador que le dé nombre, con excepción de la etapa de Adecco.