Félix Alonso tildó de «inadmisible» el tercer cuarto ante el Valladolid, que no es el peor del curso pero sí refleja los vaivenes que complican al equipo
04 feb 2025 . Actualizado a las 22:15 h.Al Monbus Obradoiro le está tocando hacer frente a una singladura mucho más complicada de lo que esperaba. En ese tránsito se lesionaron Leimanis y Tomeu Rigo y llegaron Balvin y Andronikashvili, el club optó por el cambio de entrenador, acaba de echar el resto para fichar a Brodziansky y busca un base para apuntalar el proyecto. El ascenso sigue siendo el objetivo, aunque el camino se ha complicado. Y para reforzar esa aspiración necesita encontrar un equilibrio y una consistencia que se le resisten.
En ese marco se inscribe el análisis que hizo Félix Alonso tras el partido ante el Valladolid, al calificar como «inadmisible» el tercer cuarto, en el que el rival se reenganchó al partido. No fue el peor cuarto de la temporada, pero sí un fiel reflejo de la falta de regularidad, de los saltos que hacen más difícil avanzar.
El Obra venía de encontrar sus mejores minutos en ataque en el segundo cuarto, sobre todo en los últimos cuatro minutos. En el tercero bajó el nivel defensivo y los pucelanos lo aprovecharon.
En lo que sí ha dado un paso al frente el equipo en las dos últimas jornadas es en aguantar los golpes sin venirse abajo. Todo lo contrario de lo que sucedió en dos desplazamientos que han hecho mucho daño. En Castellón se le escapó un partido que tenía controlado al descanso. Perdió 73-68 tras recibir un parcial 43-25 en la segunda mitad. En Alicante también mandaba en el intermedio, pero decidió el último cuarto, 27-18, para acabar 90-85.
En Menorca, sin embargo, el colectivo de Félix Alonso superó un momento muy delicado en el tercer cuarto, un parcial 12-0 fruto de cuatro triples seguidos. Y navegó mejor en el caos final del partido para hacerse con el triunfo. Ante el Valladolid el equipo también consiguió sobreponerse a dos arreones pucelanos que lo pusieron contra las cuerdas. En el tercer cuarto, cuando la diferencia bajó por primera vez de los diez puntos, un triple de Andronikashvili y una canasta de Millán devolvieron tranquilidad. En los últimos dos minutos, cuando el rival se acercó a solo tres puntos, la defensa y un par de triples seguidos, de Davison y Nacho Varela, evitaron un disgusto.
Tres victorias seguidas y, sobre todo, el fichaje de Brodziansky, han servido para inyectar confianza y recuperar ilusión. Ahora la asignatura pendiente es encontrar la velocidad de crucero que se le resiste esta temporada. Y buena parte del éxito pasa por conseguir el nivel defensivo que ha mostrado en distintas fases. El choque con el Valladolid es ejemplificador: en la primera parte el Obradoiro encajó 34 puntos, en la segunda 45.
Los tiempos para la búsqueda de un base, con la ventana FIBA en el horizonte
La llegada de Brodziansky no es óbice para que el club siga rastreando en el mercado de fichajes el perfil de un base director, que también pueda echar una mano en la anotación. Por encima de todo, que sea un timonel de los que hacen mejores a lo compañeros sobre la pista.
El radio de búsqueda llega a todo el mercado, incluido el extracomunitario, toda vez que ya le han comunicado a Jake Stephens que no entra en los planes deportivos del equipo para la segunda vuelta, por el overbooking en las posiciones interiores.
El Monbus Obradoiro afronta ahora un tramo de tres partidos en diez días. El viernes visita al Cantabria, el martes de la semana próxima recibirá en Sar al Odilo Cartagena y el domingo 16 jugará en Burgos ante el San Pablo.
Después llega un paréntesis de dos semanas por la ventana FIBA para los compromisos de las selecciones. El siguiente encuentro será el domingo 2 de marzo en Sar frente al Zamora.
El cronograma ideal del club pasaría por cerrar el fichaje para que pueda trabajar a las órdenes de Félix Alonso en el referido paréntesis, un buen momento para tratar de acelerar su acoplamiento. Pero, de momento, el mercado apenas ofrece alternativas de interés.