La afición eligió al capitán como mejor jugador del Obradoiro en enero
05 feb 2025 . Actualizado a las 15:42 h.Álvaro Muñoz reapareció en diciembre tras recuperarse de una rotura de ligamento cruzado y ese mes ya fue elegido como el mejor jugador del Obradoiro por la afición. Y repite distinción en enero, de nuevo con autoridad. Se llevó el 54 % de los votos, por delante de Balvin (25,75 %) y Sergi Quintela (20,25 %).
Ha empezado febrero en el dique seco, por un golpe que recibió en la rodilla en el partido de semifinales de la Copa de España, ante el Betis. Jugó la final mermado, fue baja el sábado ante el Castellón y, aunque viajará con el grupo a Torrelavega, tampoco jugará este viernes frente al Cantabria. No obstante, el capitán es optimista por la evolución que está siguiendo y no se descarta para el martes ante el Cartagena.
Álvaro Muñoz agradeció el apoyo de la afición tras recibir el galardón, y también puso en contexto su significado: «Estoy contento de poder ayudar al equipo, de estar a buen nivel, de que la rodilla responda bien más allá de este edema, y con la mirada puesta en el futuro, en seguir cambiando esa dinámica que arrastramos. Creo que ahora estamos saliendo a ganar esos partidos apretados y creo que tenemos un poco más de ánimo, de confianza, de dinámica un poco más positiva, que nos está ayudando. Y, como siempre, los premios individuales, al final están guay, pero lo importante es ganar los partidos».
También habló del reencuentro con Brodziansky: «Compartí con él un año duro, el del covid 19. Siempre he tenido buena relación con él. Todos sabemos el calibre de jugador que es, pero el partidazo que hace es superlativo y creo que nos va a ayudar mucho. Esas acciones al poste bajo nos maravillan a todos, gancho izquierdo, gancho derecho, finta…».
Destaca otra cualidad en el pívot eslovaco: «Uno los puntos fuentes de Vladi es que siempre juega igual. Creo que no siente la presión. En los años que estuvo aquí fue un jugador muy clutch. Creo que en los momentos finales también nos dio muchas cosas. Una de sus virtudes, precisamente, es jugar igual contra Valladolid en el primer cuarto que contra Barcelona en el último minuto».
También subraya que ha encajado bien el grupo desde el primer día, como se pudo ver al final del partido ante el Valladolid, recibiendo cariñosas collejas por doquier: «Es una persona de trato muy fácil, siempre tiene una sonrisa, aunque yo creo que de cara al resto es una persona más seria, más introvertida».
En el caso de Álvaro Muñoz, una de las cualidades es el aplomo. Lo demuestra porque es de los que piensan lo que dicen y dicen lo que piensan. No hay más que ver su respuesta al ser preguntado por el base que está por venir para completar la evolución del equipo: «El que venga tendrá que sumar y aportará sus características y su experiencia, pero yo creo que esto es más un tema de equipo y de la gente que está ahora aquí y que vaya a jugar en Cantabria, que lo solucionemos. Todos pensamos que el base que venga sea el mejor posible, que se incorpore lo mejor posible, que nos ayude y que cumplamos el objetivo que queremos todos. Pero, hasta entonces, los que estamos tenemos que solucionarlo y no pensar en que va a venir alguien de fuera».