El San Pablo Burgos examinará la evolución del Obradoiro desde la Copa

ANDAR MIUDIÑO

XOAN A. SOLER

Viene de ganar en Palencia y solo ha perdido un partido esta temporada

13 feb 2025 . Actualizado a las 18:09 h.

A la conclusión del partido ante el Cartagena, Félix Alonso encuadró el choque de este domingo ante el San Pablo Burgos. No es un examen final, pero sí un test para calibrar hasta que punto ha mejorado el Monbus Obradoiro desde la final de la Copa, en la que el colectivo de Bruno Savignani borró a los santiagueses en la segunda mitad.

Los anfitriones están firmando una temporada casi inmaculada. Solo han perdido un duelo, por un punto, en su visita al Betis. Le salió cruz en el desenlace. Y vienen de ganar por dos puntos en Palencia, en un encuentro en el que supieron sufrir y jugar buena parte de los minutos por detrás en el marcador.

No obstante, estuvieron en un tris de que la contienda se fuese a la prórroga, después de abrir una brecha de siete puntos que parecía definitiva. Wintering se jugó el último lanzamiento, y no entró: 87-89.

El San Pablo Burgos ha demostrado mucho temple en los partido igualados. Entre ellos, el de la primera vuelta en Sar, en el que los dos contendientes rayaron a un alto nivel, sobre todo en el lanzamiento triple. Acabó con un 86-91.

Último precedente

El de Copa fue un partido difícil de catalogar, porque el Obradoiro se desplomó en uno de esos terceros cuartos que le han pasado caras facturas. El choque fue igualado hasta el 50-52, avanzado el tercer acto. Desde ahí hasta el final el parcial fue 19-45. Corbalán, que había pasado inadvertido en Sar, lideró al equipo en la final. Y estuvo bien secundado por el otro base, Didac Cuevas, con el que suele coincidir muchos minutos en pista.

Ahí va a tener una de las batallas determinantes el Monbus Obradoiro el domingo. Junto con el islandés Gudmundsson completan la que es probablemente la tripleta de directores de juego más solvente de la categoría.

Una apisonadora

El San Pablo Burgos es un equipo que somete a los rivales imponiendo un ritmo de anotación muy difícil de seguir. Promedia algo más de 90 puntos por encuentro, una barbaridad. Su anotación más baja fue la que firmó en casa ante el Alicante, al que ganó 72-65. Fue un partido extraño, porque al descanso solo había sumado 29 puntos. Pero incluso en un mal día el equipo consiguió rehacerse y darle la vuelta a la contienda.

De los cinco encuentros que se decidieron por una diferencia igual o inferior a seis puntos, solo perdió el de Sevilla ante el Betis: 90-89. Ganó en Palencia (85-87), en Madrid al Estudiantes (91-95), en Zamora (73-79) y en Sar (85-91). En casa ha vencido en todos los cruces por diez o más puntos, excepto el ya comentado frente al Alicante.