El COB cedió en el derbi frente al mayor fondo de armario del Obradoiro (77-85)

La profundidad del banquillo del Obradoiro amarró el choque de rivalidad gallega ante un Club Ourense Baloncesto que se mantuvo vivo hasta el último minuto, para caer a la postre: 77-85.

El derbi comenzó con imprecisiones y no se contabilizaron canastas en juego hasta que Mendikote elevó al electrónico el 6-2, poco antes de completar los primeros cinco minutos. La intensidad del vasco y el buen trabajo que repitieron los cobistas en el rebote ofensivo le daban vida a un equipo que comenzó a correr para que Félix Alonso parara el duelo con 15-9. Con Alex Barcello en pista y dos de sus bombas, los compostelanos limaron pronto esa diferencia y la renta del anfitrión se quedó en 19-17, penalizada por uno de sus pecados recurrentes, las pérdidas de balón.

En el segundo acto, fueron los santiagueses los que se hicieron con la manija. Con Barcello y Brodziansky como referentes en ataque. La remontada fue rápida y, a partir de ahí, las recuperaciones y el dinamismo del perímetro visitante hicieron sangre en un COB que, por momentos, perdía el norte. Y es que la ausencia de Rafa Lisboa minimizaba el potencial del quinteto del Pazo para subir el esférico. Un triple de Lucas Faggiano abrió la primera brecha del Obra (29-36) y los ourensanos solo se sostuvieron apretando los dientes en defensa, porque durante esta segunda entrega solo materializaron 10 puntos: 29-36.

Tras el paso por los vestuarios, la escuadra de Moncho López (aún sancionado en una cabina) dio un paso adelante en su tensión defensiva y Diogo Brito clavó un triple para animar a la parroquia. Encendió una mecha que hizo arder Aanen Moody con el empate (42-42) y el mismo alero portugués consumó la remontada. El de Dakota del Norte se marcó un cuarto con 12 puntos y reflotó a un equipo que volvía a creer en sus fuerzas. Aún así, sufrían por dentro ante la altura de Balvin y tampoco podían evitar que Micovic redondeara su trabajo en la larga distancia para mandar el encuentro al último cuarto con 56-60.

Los de casa volvieron a hacer la goma al inicio de esos diez minutos finales, hasta que dos faltas y una técnica eliminaron a un frustrado Sergio Rodríguez. El saldo dejó un 58-67 que apretaron Mendikote con un triple y el capitán Brito (63-67). Había partido y con Javi López (4 faltas) moviendo bien a sus hombres, se llegó al 72-72, a solo 2.35 para la conclusión. Obradoiro no tembló. Aprovechó la altura de Balvin, enlazó dos buenas defensas y una mejor selección para que Davison prácticamente sentenciara con un triple (72-77), a 1,35. Más lúcidos en ese tramo, los compostelanos cumplieron con el abc y sostuvieron la renta. El COB mejoró mucho su imagen, pero no fue suficiente.

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