
La presencia de Epi en el banquillo de Sar fue determinante en ambos fichajes
20 ago 2025 . Actualizado a las 20:10 h.Fueron piezas maestras en el Leyma Coruña con Epi y volverán a ser clave de bóveda en el Monbus Obradoiro del entrenador burgalés. Yunio Barrueta, más explosivo, está llamado a poner la pólvora en la larga distancia. Goran Huskic, más cerebral, es un pívot de los que mueven hilos desde la pintura. «Confiamos en la experiencia y en esa capacidad de amenaza y anotación que pueda tener siempre que esté en pista», comentó el director general, Héctor Galán, en la presentación del alero. En el caso del balcánico, indicó: «Es un jugador que tiene una cabeza más parecida, quizás, a la de un base que a la de un pívot, porque es muy generador, tanto para él, en sus opciones de poste bajo o poste medio, como para los demás».
Seguir a las órdenes del mismo entrenador es una de las razones esgrimidas por Barrueta para recalar en Sar, después de tres años juntos, camino del cuarto: «Me hace el trabajo más fácil a mí, igual que a él». Pero no la única razón. También sumó el proyecto, el objetivo del ascenso, estar cerca de «la familia» y seguir disfrutando de Galicia.
Sabe lo que le va a pedir Epi: «Lo que quiera que yo haga, lo voy a hacer, como en las últimas temporadas». Todo ello, sin renunciar a su baloncesto: «No voy a cambiar mi estilo, voy a hacer lo que sea mejor para el equipo, lo mejor en ataque y en defensa».
Huskic también ensalzó al técnico, con el que coincidió en Burgos y los dos últimos años en A Coruña: «Valoro mucho a Diego Epifanio. Es un entrenador que marcó mi carrera en España. Tengo mucha confianza en él». Asegura que «no fue difícil» darle el sí al Monbus Obradoiro, «un equipo grande, con mucha tradición, mucha historia».
Ideas claras
El pívot balcánico llega con las ideas claras, no es partidario de los experimentos y da por sentado lo que le va a requerir Epi: «Lo de siempre, él sabe lo que yo sé hacer, yo sé lo que sé hacer, no complico la vida mucho. O sea, no hago cosas raras o que no estoy dominando, por lo menos en mi cabeza».
El miércoles ya notaron un acelerón en el trabajo físico. Este jueves el equipo ya podrá entrenar en Sar y Epi empezará a sentar las bases del baloncesto que quiere para el Obradoiro 25/26.
Cuando la palabra ascenso no es tabú pero antes mandan el día a día y la química
Barrueta y Huskic subieron a la ACB hace dos años con el Leyma. El pívot serbio ya había vivido esa experiencia en Burgos, también a las órdenes de Epi. Conocen el camino y saben que no es fácil. No en vano, mezclan la prudencia y la ambición cuando se les pregunta por las claves del éxito, conocen la importancia de ir paso a paso.
Al poner la palabra ascenso sobre la mesa, el balcánico apunta: «Por mi experiencia en España y en ese deporte, no es bueno en pretemporada ya hablar de estas cosas, pero es obvio lo que quiere esta ciudad, lo que quiere la afición y lo que debe querer cada jugador». Quizás hace un año al colectivo le pudo pesar esa presión, algo que el pívot entiende que sería lógico: «No pasó solo a este equipo, pasó mil veces a otros equipos».
Lanza un mensaje en el que apuesta por la tranquilidad: «Ahora hay un mes y medio de pretemporada con muchos entrenamientos. Primero hay que pasar esta fase. Hay que evitar muchas trampas, muchos viajes fuera complicados con equipos del medio o la parte baja de la tabla, donde muchos que aspiran a ascender se caen. Hay que estar muy concentrados y muy focalizado, ir a paso a paso en cada partido para no cometer errores». Y no se olvida de la química, «de pelear el uno por el otro».
Lo que se ha encontrado en Santiago es un club muy profesional, el que más en su carrera. Ahora se apresta a vivir en casa el ambiente de Sar que conoció como rival y que siempre le llamó la atención.
Barrueta, al igual que Huskic, no es partidario de poner el carro delante de los bueyes cuando se abre el debate del ascenso: «Es pretemporada, ahora no estamos pensando en ascender, estamos pensando en entrenar, tener el equipo más fuerte, unidos, y prepararnos para el primer partido de pretemporada. El ascenso es más para adelante, es la meta de todo el mundo en la Primera FEB, pero por ahora no tenemos eso en mente. Y, de verdad, no quiero hablar de eso ahora».
Insiste en que es el momento de tejer conexiones y buenas relaciones, de conformar un grupo sólido y bien avenido pensando en el futuro y, sobre todo, en aquellos tramos en los que las cosas no salen bien y toca sufrir. Cuando eso suceda, «la unidad es lo más importante». «Es en lo que estamos enfocados ahora», apostilla.