Sobre Yunio Barrueta

ANDAR MIUDIÑO

SANDRA ALONSO

21 oct 2025 . Actualizado a las 22:57 h.

El partido ante el Melilla dejó la buena noticia de la victoria convincente del Monbus Obradoiro y un episodio que tanto puede quedar en anécdota como convertirse en un incómodo quiste. Después de anotar un triple, Yunio Barrueta hizo un gesto que fue interpretado por una parte de la afición como una desconsideración.

Epi fue preguntado respecto a si estaba al tanto de lo que había sucedido, y reconoció que le había pasado inadvertido durante el encuentro, pero que sí lo había visto con posterioridad. También indicó que lo había hablado con el jugador, y que lo que había detrás de su manera de proceder, según el alero, era «una sensación de intentar ayudar al equipo, de que él entiende que todo el mundo tenemos que ir en la misma dirección». Igualmente le dijo que al acabar la contienda, «cuando dio la vuelta al campo, se acercó al grupo de aficionados y les intentó explicar».

El entrenador apeló a la unidad y la comprensión, a la paciencia con un proyecto que ha sufrido dos bajas importantes y que está en fase de construcción, en un camino que será largo y difícil. Le gustaría ver el todos a una de Fuenteovejuna durante los partidos, y que la crítica aflore una vez que acaba la contienda.

Quizás lo mejor es no darle demasiadas vueltas a la noria y esperar que no se repitan gestos que no ayudan, más allá del beneficio de la duda por haber escogido una manera equivocada de trasladar el mensaje.

Yunio Barrueta no está acertando con el aro. Pero el problema será mayor si en algún momento deja de asumir sus lanzamientos. Porque es un alero para consumir muchos ensayos desde detrás de la línea de 6,75 metros. Lleva treinta en cuatro jornadas, más de siete por partido. Ante el Melilla ya hizo 4/10, que es un buen porcentaje. Y el día que le entren, seguramente se acercará a registros como los firmados por Vasileiadis, Simons y Corbacho, y será aplaudido por la afición, salvo que le dé por reivindicarse con gestos.

Barrueta es un especialista en el tiro de larga distancia, de los que no abundan. Y Epi tiene razón al recordar que es más fácil avanzar remando al mismo compás.