El conjunto santiagués aguantó con aplomo en los momentos más delicados y le salió cara en el último minuto
26 oct 2025 . Actualizado a las 14:58 h.El Monbus Obradoiro confirma su mejoría. Sufrió para doblegar al Estudiantes y ganó en el cara o cruz final, 78-79, en un partido que pudo caer para cualquier lado. Pero más allá del resultado, evidenció que el equipo está en línea ascendente, que la vuelta de Lundqvist suma mucho. Y que Kravic también está llamado a subir el potencial.
Cuando el Obradoiro encuentra sus puntos con fluidez, crece. Incluso sin rayar a un alto nivel en defensa. En el primer cuarto en el Movistar Arena trasladó el partido a ese terreno y llevó la iniciativa en el marcador, a pesar de echar en falta la larga distancia de sus dos mejores tiradores, Barcello y Barrueta. Lo compensaba con las continuaciones de Felipe dos Anjos y Kravic en la pintura y buscando las entradas a canasta.
El Estudiantes apenas encontraba puntos de dos. En cambio firmó un 5/10 en triples en el primer cuarto. Y también logró tres rebotes ofensivos. Esas dos vías de agua evitaron un mayor despegue visitante en el marcador: 18-24.
En el segundo cuarto el conjunto colegial trabajó mejor en defensa, sobre todo en la pintura. Cuando Westermann no marca el ritmo el partido se complica y por ahí empezó a crecer el Estudiantes, desde la retaguardia, y golpeando con el triple. En el segundo cuarto, otra vez 5/10. El Obradoiro se quedó en 16 puntos, solo Barrueta dio oxígeno con un par de canastas desde detrás de la línea de 6,75 metros, y se fue uno arriba al intermedio: 39-40.
El partido se le complicó al colectivo de Epi en un tercer cuarto en el que siguió echando en falta la fluidez de los primeros minutos. Barcello, discreto en la primera parte, empezó a mostrar su repertorio y esa cualidad que es tan de valorar: siempre se le puede esperar, porque no se esconde.
Hubo un factor diferencial en este capítulo del partido: dos faltas para los locales, diez para los visitantes. El Estudiantes dispuso de doce tiros libres, y ahí encontró su principal vía de anotación. Quintela dejó el marcador en 60-57 para entrar en el último cuarto.
Los dos equipos demostraron que, con más o menos acierto, tienen jugadores dispuestos a asumir galones y tiros comprometidos. En un lado lucían Salin y Garino en el triple, y Lotanna en el poste bajo. En el otro, Barcello, puntualmente secundado por Barrueta y Felipe, en general por el equipo.
El Monbus Obradoiro tuvo el aplomo de no irse nunca del partido. Llegó a verse seis abajo, pero no se descompuso. Y le salió cara en el último minuto. Lotanna puso el 78-76, empató Felipe con un Palmeo, marra su ataque el Estudiantes y Barcello se precipita en la última posesión, jugándose un triple con todavía seis segundos de tiempo. Pero también se precipitó Lotanna al querer sacar el contraataque. Recuperó el Obra y Barcello se fue a la línea de personal a 2,9 segundos. Anotó el primero, tiró a fallar el segundo y el triple lejano de Granger no entró.
Ficha técnica
Estudiantes 78: Granger (5), Silverio (10), Garino (12), McGrew (9) y Brimah (4) -cinco inicial-. Giovannetti, Filipovic (3), Asier, Salin (15), Vaulet (6) y Lotanna (14).
Obradoiro 79: Westermann (6), Barcello (15), Barrueta (14), Galán y Felipe dos Anjos (10) -cinco inicial-. Andersson (3), Grela, Kravic (4), Brito (1), Quintela (15) y Lundqvist (11).
Parciales en cada cuarto: 18-24, 21-16, 21-17 y 18-22.