Héctor Galán, director general del Obradoiro, sitúa el fichaje en la idea de «dar más competitividad a medio y largo plazo» y admite que el acoplamiento en la dinámica actual es un desafío
14 nov 2025 . Actualizado a las 21:09 h.Micah Speight es un refuerzo de muchos quilates para el Monbus Obradoiro, pero llega en un momento en el cual el equipo está encontrando su mejor nivel y su incorporación obligará a Epi a hacer ajustes en el ecosistema. No es fácil. En la presentación oficial del jugador, en las instalaciones de Vayper Automoción, el director general, Héctor Galán, reconocía el desafío que se le plantea al entrenador: «Creo que le ponemos un poquito un marrón en la mesa al coach, pero creo que va a saber solucionarlo perfectamente. Creíamos que era una oportunidad para completar y darle más competitividad al equipo a medio y a largo plazo, y al final hemos decidido hacer esta operación».
Héctor Galán fue el que le abrió las puertas de la Primera FEB al base americano, cuando lo fichó para el Oviedo en el 2020. Y por dos veces trató de traerlo al Obradoiro, en el verano del 2024 y a mitad de temporada. No fue posible. Y esta vez, a la tercera fue la vencida.
Speight, en sus primeras palabras como obradoirista, comenzó por significar que «la oportunidad llega en el momento adecuado». Y explicó el proceso: «Transmitieron una confianza absoluta en mí y creo que la decisión de venir en este ambiente fue muy fácil. Hable con Héctor, a quién ya conozco puesto que fue quién me brindó mi primera oportunidad de jugar a nivel profesional con el Oviedo. Es una persona en la que confío, y hablando con él me transmitió desde el minuto uno la confianza que tenía en mí tanto como persona como profesional. Es una persona con la que tengo una muy buena relación y que siempre se ha portado de forma excelente, tanto conmigo como con mi familia, y eso es algo que valoro por encima de cualquier otra cosa. Además, he escuchado muchas cosas buenas de la ciudad».
El base es consciente de que llega a un plantel que está en un buen momento de forma y de juego. Viene con la idea de sumar: «Está jugando a un gran nivel, hay muy buena química en el equipo y quiero forma parte de ella. Quiero ayudar a seguir dando pasos en la dirección correcta. Además, Epi es un entrenador con experiencia y el equipo tiene confianza en él, algo muy importante. Sabemos que volver a la ACB no es una tarea fácil, pero, cuando tienes un equipo con buenos jugadores, que confían los unos en los otros, y un buen entrenador todo es algo más fácil. Va a ser algo complicado, la liga va a estar apretada, pero el entendimiento de los jugadores se refleja en la pista, en la forma en la que juegan, y lo que quiero es sumarme a ellos y crecer con el equipo».
Ya ha tenido oportunidad de conocer las instalaciones y a varios de los compañeros. Su primera impresión es muy favorable: «Me gustó mucho la calidad humana porque es algo que como jugador ayuda, y estoy deseando formar parte de la química que se respira en el equipo».
En todas sus intervenciones puso de manifiesto que recala en el Obradoiro para añadir y no para absorber: «Pienso que puedo aportar liderazgo, defensa, intensidad, energía, comunicación con el grupo, sumar a la buena química y contribuir a hacer equipo, y sumar también a nivel ofensivo. Como he dicho, el equipo está jugando a un gran nivel y quiero aportar en las diferentes facetas del juego».