O Grove tiene sambódromo, pero no es Brasil. Las lentejuelas y las plumas de otras latitudes dejan aquí paso a la originalidad y el buen humor. El público lo agradece
25 feb 2009 . Actualizado a las 02:00 h.O Grove demostró ayer su poder de convocatoria en el martes de carnaval. A las seis de la tarde los conductores hacían cola en una caravana que avanzaba a ritmo lento por Beiramar y encontrar una plaza de aparcamiento era casi imposible.
A lo lejos se oían los sonidos del Samba da Bahía de Carlinhos Brown porque la comitiva de la Gran Marcha do Entroido ya había empezado su primera vuelta al circuito urbano trazado en torno a la calle Castelao. En las aceras de la catorse ya no quedaba sitio para seguir el desfile desde la primera fila de modo que muchos optaron por bajar a Luis A. Mestre para ver los disfraces con mayor tranquilidad.
Motorizados y a pie
La comitiva la habría una pareja de Popeye y Olivia y a partir de ahí se pudo ver un poco de todo. Los grupos fueron, un año más, la principal atracción por ser los más vistosos y trabajados. En este apartado destacaban Os piratas da ría, que se pasearon por las calles de O Grove con el barco y hasta una palmera con cocos y mono incluidos. Motorizados iban también los Picapiedra, una colección de autos-locos y hasta la abuelita de Caperucita Roja, que acudió a la cita en una cama andante rodeada de todos los personajes del cuento.
También sobre ruedas desfilaron un corral con pollitos, los esquimales del «Todos contra o cambio climático» y una discoteca móvil encima de un camión, llena de travestidos y la música a todo volumen. Hubo otros vehículos sin motor. Por ejemplo, un conjunto de coches eléctricos sujetos con tirantes a los hombros de un grupo de jóvenes; y la duquesa de Alba viajó en silla de ruedas acompañada de una nube de periodistas micrófono en mano y una comparsa ataviada de faralaes.
Esta particular Cayetana hasta se desmayó varias veces a lo largo del trayecto. Pero si alguien vivió el disfraz esa fue la «señora Sanusi» que se pasó el desfile lavando y tendiendo la ropa en un puesto con pilón incorporado y derrochando salero. A grito de «¡guapa!» unas collareiras de A Toxa, que vistieron traje regional con minifalda para la ocasión, animaron también el desfile por las bandas.
No faltaron los Minie, Donald y el resto de los personajes de la fábrica Disney además de un ejército de mariachis, piratas, gitanas, damas antiguas y choqueiros que también quisieron hacerse ver ayer por O Grove.