La Diputación quiere restringir los pagos por pleno a uno al mes

Lars Christian Casares Berg
christian casares PONTEVEDRA / LA VOZ

AROUSA

Una sesión de ocho minutos que costó 11.000 euros precipita la medida

22 sep 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

Malos tiempos para justificar un pago de 478 euros por ocho minutos de trabajo. O de presencia. Porque el último pleno de la Diputación de Pontevedra tuvo poco de trabajo para la mayor parte de los 27 diputados provinciales que asistieron. Pero todos ellos percibieron la retribución correspondiente por una sesión que solo tenía como objeto dar cuenta de la renuncia del diputado del Partido Popular José Pazos Couñago, que concurre en la lista de su partido por Pontevedra a las elecciones autonómicas. Por imperativo legal, el pleno debe celebrarse. Pero, ¿debe cobrarse?

«El espíritu de los grupos políticos es que solo se cobre un pleno al mes», sostiene José Manuel Figueroa, vicepresidente de la Diputación (PP), después de constatar las dificultades de justificar un desembolso de casi once mil euros en concepto de dietas para los políticos por esa última sesión. A última hora de la mañana de ayer, PP, PSOE y BNG reunieron a sus portavoces para abordar el tema. Hubo cierto consenso sobre el difícil encaje de la justificación, pero no se acordó ni suprimir el pago ni devolver el importe cobrado por la polémica sesión de ocho minutos.

«Creo que hai dous fallos -dice César Mosquera (BNG)-, un da licitación, que obriga a convocar un pleno que non ten sentido que se convoque. E despois hai un fallo retributivo». José Antonio Cacabelos (PSOE) instantes antes de la reunión afirmó que, «a nivel personal», no tenía inconveniente alguno en devolver los 478 euros que le supuso la sesión. Reivindicó, no obstante, la acción política, difícil, asumió, de defender en circunstancias como las actuales. Y supeditó la decisión al acuerdo del portavoz de su grupo con los de PP y BNG.

El asunto se abordó, pero no hay aún una decisión firme. Fuentes de la Diputación explicaron que la solución tiene cierta dificultad técnica. La retribución es fruto de un acuerdo unánime de los grupos políticos que se traslada después a los presupuestos anuales. Sería en el marco de la aprobación de unas nuevas cuentas en las que se podría limitar el pago.

Estas mismas fuentes apuntan a que el gobierno actual de la Diputación quiere que solo se abone como máximo las dietas correspondientes a un pleno mensual. Se trataría del pleno que con carácter ordinario se convoca una vez al mes.

Mosquera intentó, no obstante, justificar el importe de las dietas que cobran los diputados por asistencia al pleno. Según su tesis, el pago no se corresponde solo a la asistencia a la sesión, sino que el diputado, en ocasiones, debe realizar un trabajo previo, que puede incluir desplazamientos. Los diputados, como en el caso de César Mosquera, son además concejales en sus respectivos ayuntamientos, una función generalmente también retribuida.