
La ganadora de la última edición del certamen de El Club de la Comedia presenta en O Grove su espectáculo «No controlo mi vida»
05 abr 2013 . Actualizado a las 06:53 h.En el año 2011 sucedió en el trono de «reina de la comedia» a Eva Hache. Desde entonces no ha dejado de actuar en bares y teatros, es colaboradora del show televisivo de José Mota y presenta un programa en el canal Cosmopolitan. Sara Escudero es la cómica de moda y esta noche visita el templo arousano de los monólogos, el pub Mohai de O Grove.
-«El Club de la Comedia» le cambió la vida...
-Sí y no. El premio fue algo simbólico porque no conllevaba ninguna cantidad en metálico ni ninguna oferta de trabajo en televisión. Evidentemente fue un orgullo y lo que supuso fue que ganara mucha confianza en mí misma. Sí que es verdad que se notó mucho los primeros cinco o seis meses pero después ya se tranquilizó todo. Y yo creo que sigo siendo la misma.
-Recibió el premio de Eva Hache, la última ganadora de ese mismo certamen. ¿Es ella su principal referencia?
-A Eva la admiro porque fue de las primeras mujeres que consiguió hacerse un hueco en un mundo en el que parecía que nunca iba a entrar una mujer. Pero yo creo que tengo un estilo bastante personal. Yo en el escenario soy muy yo misma. No juego a un personaje. Cuando yo empecé en esto me fijé mucho en la energía de Chris Rock. Y de los nacionales, gente como Don Mauro o Toni Moog. Si me tengo que parecer a alguien creo que por ahí van los tiros.
-¿Existe un humor de género?
-Yo intento que la gente valore mi trabajo como cómico, sin género. Odio cuando dicen eso de «uy, pues para ser chica lo hace bien».
-¿Es más de bares o de teatros?
-A mí me encantan los teatros por ese ambiente solemne que tienen, aunque vayas a hacer comedia. Pero hay que combinar, porque en los bares es donde puedes improvisar.
-¿De qué habla en «No controlo mi vida»?
-Básicamente de la crisis de los 31. Es un poco un absurdo. Yo con 30 era normal y ahora, con 31, no lo soy.
-Ganó el certamen con un monólogo sobre la búsqueda del príncipe azul. ¿Lo ha encontrado ya?
-No, no llega. Está triste todo eso. El mundo del amor es muy complicado. Y es que, además, una ya no es veinteañera y el cuerpo lo nota. Las células andan revueltas.
-Por cierto, no se prodiga demasiado por Galicia...
-Es que estáis un poco lejos (se ríe), pero, al contrario, me encanta. Primero, porque la primera vez en mi vida que me subí a un escenario como monologuista fue en Vilagarcía, en un sitio que se llamaba Harbour. Y luego porque los gallegos sois muy hospitalarios. Ahí entregáis alma, corazón y víveres.