A fuerza de machacar y machacar con campañas más o menos impactantes, a los conductores les va quedando claro que en estas fiestas, cuanto menos se coja el coche, mejor, y sobre todo si es Fin de Año. Por eso los voluntarios que están de guardia saben que, salvo sorpresas de última hora, les esperará una noche tranquila. Pero también es verdad que excepciones las hubo, y algunas veces, a las agrupaciones de Protección Civil les pilló la entrada del nuevo año atendiendo una emergencia. Algunas, mortales.
23 de diciembre del 2002. Todavía con el chapapote del Prestige impregnando las rocas y la playa de A Lanzada, en Ribadumia se produjo un accidente con cuatro heridos como resultado de un choque entre dos vehículos. Era víspera de Nochebuena, pero allí estaba el Grumir de Meis y el personal de las ambulancias para atenderlos.
28 de diciembre del 2007. Otra vez en Meis, esta vez en vísperas de Fin de Año, un accidente se saldó con dos heridos graves.
24 de diciembre del 2008. El dueño de Astilleros Acha, en el polígono industrial de Ribadumia, fue sobre la una y media de la madrugada a la nave para recoger los regalos de Papa Noel de sus hijos. Tres horas después, la empresa era pasto de las llamas. Ni la rápida actuación de los bomberos, que tenían su sede cerca, pudo evitar que las instalaciones se calcinasen por completo.
23 de diciembre del 2011. En vísperas de Nochebuena, sobre la medianoche, un extraño suceso en el Puerto de Vilagarcía acabó con la vida del patrón Ramón Soto, Pimienta. El práctico, juntos con un compañero, se hizo a la mar para asistir a las maniobras de entrada de un buque en aguas portuarias. Los dos tripulantes cayeron al mar; su compañero fue rescatado con vida, pero Ramón Soto, vecino de Vilaxoán, murió ahogado.
24 de diciembre del 2011. Unas horas después del accidente en el puerto, otro siniestro mortal tuvo lugar o pocos kilómetros. En la circunvalación de Vilagarcía, cerca del acceso al hospital, perdió la vida un cambadés de 32 años que chocó contra un camión en la mañana del 24. Volvía de pasar la noche de fiesta.
En una noche murió en el mar un vilaxoanés, y en la carretera, un cambadés
solidaridad en las emergerncias