Tras forzar a la Real Federación Española a dar su brazo a torcer, el dúo vilagarciano debe recuperar tres meses de parón en tres días para el asalto final a la plaza olímpica
21 may 2016 . Actualizado a las 05:05 h.Si los frecuentes retrasos aéreos no dictaminan lo contrario, Carlos y Antón Paz se reencontrarán hoy al mediodía entre sí y con su padre Álvaro en el aeropuerto de Amsterdam. Cada uno por su lado, poniendo su grano de arena para iniciar el reemsamblaje del Paz Sailing Team con el reto del más difícil todavía. Conseguir tres meses después de haber dejado de navegar juntos que los dos hermanos vilagarcianos se conviertan en la tripulación española en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro. El colofón a un triple salto mortal corregido en el aire para intentar alcanzar el 10, tras lograr el miércoles sobre la bocina que la Real Federación Española de Vela los admitiese en el proceso selectivo del 49er reabierto a raíz de un recurso de Diego Botín e Iago López.
Procedente de Río de Janeiro, donde llevaba trabajando diez días para la tripulación que representará a Grecia en la clase Nacra 17 en los próximos Juegos Olímpicos, Antón montará hoy junto a Carlos, que llega desde Santiago de Compostela, el 49er que su padre ha desplazado por carretera desde Santander junto a un operario de apoyo la Federación Gallega de Vela hasta la localidad holandesa de Medemblick. En ella, desde el próximo martes al sábado 28 se disputará la Delta Lloyd Regatta, prueba del calendario del Circuito Europeo de Clases Olímpicas a cuya conclusión la tripulación española mejor clasificada de entre los hermanos Alonso, los Paz, y la pareja Botín/López será proclamada oficialmente 49er de la RFEV en los próximos Juegos Olímpicos.
Dos días, mañana domingo y el lunes, tendrán los integrantes del Paz Sailing Team para ajustar las velas de su embarcación. Una labor para la que contarán con la ayuda de Carlos Llamas, hasta hace escasas semanas entrenador del equipo preolímpico hispano de 49er, y que, explicaba ayer Carlos Paz aún en suelo gallego, ha decidido colaborar tanto con los arousanos como con Botín y López. De hecho, «nosotros vamos a entrenarnos estos días con Diego y con Iago». Y es que a pesar de los contenciosos de cada parte con la Federación para defender sus respectivos intereses, en el caso del dúo cántabro-gallego forzando la retirada de la asignación de la plaza olímpica a los Alonso, «nosotros no tenemos problemas con nadie, y seguiremos trabajando con Diego y con Iago como hemos hecho todo el último año y lo dos últimos mundiales», añade el patrón vilagarciano.
A partir del martes ya no habrá compañeros en Medemblick. Solo rivales. Con unas 30 unidades, incluido el 40 % del Top 25 mundial, señalaba ayer Carlos. Por delante, tres mangas por día, con los diez mejores al término de la jornada del viernes compitiendo en la medal race del sábado. Entrar en ella parece irrenunciable para alcanzar el gran premio olímpico.
La cantidad de barcos facilita las cosas a los Paz, ya que sin fases clasificatorias «empezando fríos podemos ir mejorando día a día sin preocuparnos del corte» que suele haber tras la segunda jornada, comenta el patrón del Paz Sailing Team. Claro que a Carlos le hubiese gustado incluso menos tripulaciones en el agua, para no tener que hilar tan fino en las salidas tras tres meses sin navegar con su hermano.
El amplio conocimiento del campo de Medemblick del dúo gallego, aún antes de iniciar juntos su proyecto de 49er, y sus condiciones semejantes a las de «navegar en una ría durante el invierno en Galicia» invitan a la esperanza de dos hermanos que nunca han dejado de creer en sí mismos.