Pequeños bocados de un gran mercado

AROUSA

MARTINA MISER

Alumnos del Carlos Oroza repartieron ayer entre los vendedores de la plaza y sus clientes deliciosos pinchos

16 may 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

«Lo estoy probando todo. Y está todo buenísimo». Yíner Pérez fue una de las personas que ayer, al filo del mediodía, acudió a la plaza de abastos para probar los deliciosos bocados que habían cocinado alumnos del Carlos Oroza. Los estudiantes habían llegado hasta el mercado vilagarciano gracias a la Diputación de Pontevedra, empeñada en dar a conocer la riqueza de los mercados tradicionales, la potencia de los productos locales, la universalidad de nuestro talento gastronómico. Y el filón turístico que resulta de la suma de todos esos factores, según explicó el diputado provincial Santos Héctor.

Ajenos a su discurso, quienes habían llegado hasta allí atraídos por la convocatoria daban buena cuenta de cuatro bocados de lujo. En el menú había Graviax (fajitas con hortalizas y salmón ahumado inspiradas en Escandinavia), Seafood chowder (una velouté de pescado con bivalvos al vapor y ecos irlandeses), un Orange Spriz (cóctel italiano con vermú, campari, soda y zumo de naranja), y un Sutha Tawn (una bebida base de frutos rojos, zumo de naranja y Monin Fresa).

La propuesta, ya lo ven, es más que sugestiva. El desfile de los estudiantes del Carlos Oroza entre los puestos del mercado, una imagen que sorprendió a más de un cliente y a más de un vendedor. La satisfacción entre quienes se atrevían a probar, evidente. «Bueno, bueno. Está todo excelente», decía, por ejemplo, Marta Bouzas. Esta vilagarciana, que suele comprar en la plaza el pescado que ponen a la mesa, reconoce que ayer se había acercado «a propósito por esto». Y es que este acto promocional fue una excusa más para asomarse a un mercado que, recalcó Santos Héctor, sorprende por la variedad y riqueza de sus productos. Cuando la reforma del edificio esté lista -Tania García decía ayer que es cuestión de semanas-, la plaza será todo un lujo.