Los chicles que alimentan la polémica

r. e. VALGA / LA VOZ

AROUSA

MONICA IRAGO

Alguien colocó este fin de semana una tableta de goma de mascar en la cárcel del belén de Valga; la organización la retiró enseguida, pero el revuelo no se ha hecho esperar

11 dic 2018 . Actualizado a las 14:13 h.

Una tableta de chicles ha vuelto a desatar la polémica alrededor del belén de Valga. Este nacimiento, que los vecinos aderezan cada año con motivos de actualidad, se ha convertido esta Navidad en objeto de debate porque se ha incluido en él una cárcel, En ella habitan, entre otros, Urdangarin y dos personajes cuya presencia ha encendido las redes sociales: José Enrique Abuín, el Chicle, autor confeso del asesinato de Diana Quer, y Ana Julia Quezada, acusada de matar al niño Gabriel Cruz. El revuelo fue tal, que los vecinos que cada año dan forma a este belén han decidido poner algunas figuras de espaldas. Pero su gesto no ha servido para aplacar la polémica, que este fin de semana ha vuelto a estallar al publicarse en las redes una foto de una tableta de chicles en una de las celdas de la prisión.

Mari Carmen Castiñeiras, concejala de Cultura y presidenta de la asociación que organiza el belén, reconocía ayer que el paquete de goma de mascar estuvo durante unos instantes en el nacimiento. Pero «obviamente non foi cousa nosa». De hecho, en cuanto se dieron cuenta de su existencia, fue retirado casi de inmediato. «Estivo moi pouco tempo», asegura Castiñeiras, que lamenta que, de nuevo, la polémica se haya proyectado sobre un belén en el que los vecinos invierten cada año mucho trabajo y energía. «Este ano non hai a alegría das outras veces», dice esta mujer. Ni ella ni sus compañeros se habían imaginado que la inclusión de la cárcel fuese a ser motivo de debate. «Hai uns anos puxemos aos pais de Asunta no xulgado, e ninguén dixo nada», razona. Este año, sin embargo, la cárcel y sus ocupantes han levantado ampollas. Sobre todo en las redes, porque «entre a xente que vén aquí non percibimos nada especial nese sentido».

Para recomponer su espíritu navideño, los organizadores del belén de Valga se aferran a los visitantes. En tan solo una semana, han pasado por las instalaciones de Cordeiro unas 10.000 personas, intensificándose especialmente el ir y venir durante el puente. Entonces, llegaron a pasar por el recinto unas 2.300 personas al día. Entre ellos, un grupo llegado desde Valladolid que había realizado el viaje hasta Valga a propósito para ver el belén. «Iso, ao final, é co que temos que quedar. Aínda que este ano non está sendo nada fácil. Nada máis lonxe da nosa intención que provocar malestar ou ofender a ninguén», dice Carmen Castiñeiras.