El PP de Vilagarcía da otra vuelta de tuerca con la renuncia de Gallego

Serxio González Souto
serxio gonzález VILAGARCÍA / LA VOZ

AROUSA

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El director comercial del Puerto abandona la política dos años y medio después

31 ene 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

No acaba de acertar el Partido Popular con el modelo al que aferrarse en Vilagarcía para superar el trauma de la pérdida de la alcaldía a las primeras de cambio, en los comicios municipales del 2015. Aquel batacazo se llevó con él a Tomás Fole, al que el caramelo de un escaño en el Congreso de los Diputados apartó de la política local para dejar paso a una nueva etapa cuyo peso recayó sobre Alfonso González Gallego. El director comercial de la Autoridad Portuaria se situó al frente de la gaviota con la misión de hacer borrón y cuenta nueva. Pero su proyecto no terminó de cuajar, por lo que, más allá de las lecturas sobre lo que significa el momento escogido para ello, a nadie le extrañó que el miércoles tirase la toalla.

Gallego anunció su abandono de la vida política en un comité ejecutivo al que acudieron el presidente provincial del PPdeG, Alfonso Rueda, y su secretario xeral, el cambadés José Manuel Cores Tourís. La renuncia lo incluye todo. Su condición de presidente local del partido y su acta de concejal, que él mismo y Ana Granja se encargaron de confirmar por la mañana, en la Casa do Concello.

Las razones oficiales de su decisión apuntan a motivos personales y profesionales. «Mi familia y mis hijas ocupan un lugar preferencial en mi vida y mis obligaciones laborales no pueden resentirse por mi vertiente política», indica el ya expresidente popular en un comunicado. Se trata de un paso «meditado y sopesado» para el que González Gallego espera respeto y comprensión por parte de todos.

Hasta aquí las explicaciones públicas. Por debajo de ellas resulta inevitable recordar la progresiva pérdida de espacio en la vida política local, un resultado que condujo al centro derecha a su peor registro en unas municipales (entre los cinco concejales del PP y la solitaria acta de Ciudadanos suman seis, cuando la diestra nunca había descendido de la barrera de los siete ediles en la capital arousana) y la falta de un liderazgo claro en un momento especialmente delicado. Se adelanten a la primavera o se mantengan en el otoño, las elecciones autonómicas lo marcan todo. Y parece claro que, si quiere reeditar su mayoría absoluta, la gaviota no puede permitirse caer en la modorra de un perfil bajo, y menos en plazas importantes como Vilagarcía.

El caso es que González Gallego se hace a un lado dos años y medio después de haber sido elegido presidente de la agrupación conservador en un congreso en el que no tuvo que enfrentarse a ningún rival. Con el paso del tiempo y la falta de gestos, la gente de Fole acabó resintiéndose y apartándose de la vida interna del partido, fenómeno que se reflejó con claridad en la composición de la candidatura que concurrió a las municipales de mayo. Habrá que ver con qué mimbres afronta el PP sus decisivos retos inmediatos.

Marta Rodríguez, Granja y Suárez para pilotar la transición

Por lo pronto, la dirección provincial del Partido Popular ha diseñado una secuencia en dos tiempos a la hora de materializar la salida de Alfonso González Gallego. Como primer paso, la ejecutiva del miércoles, encabezada por Rueda y Tourís, designó un equipo de tres personas que se encargará de pilotar la agrupación durante las próximas semanas. Se trata, explican fuentes conservadoras, de contar con «las caras más reconocibles y que aglutinan mayor experiencia política». Así, Marta Rodríguez Arias, diputada autonómica desde el 2005, mujer fuerte del gobierno municipal en la primera etapa de Fole y perfecta conocedora del aparato del PPdeG, en el que ha desempeñado cargos de peso. Ana Granja, la única superviviente en el pleno de aquel equipo que gestionó el Concello de Vilagarcía entre el 2011 y el 2015, que en las últimas sesiones venía actuando ya como portavoz de facto del grupo popular. Y Elena Suárez, candidata por dos veces al Congreso de los Diputados por Pontevedra. Ellas tomarán a su cargo el partido mientras no se configure la gestora que tendrá que pilotar el rumbo de la gaviota, como mínimo hasta las autonómicas.

Consumada la marcha de González Gallego, fue Alfonso Rueda quien tomó la palabra para refrendar otro fin de ciclo en la capital arousana. «El PP no se va a detener un minuto. Miramos hacia delante porque tenemos mucho trabajo por hacer y muchos objetivos que alcanzar. Acaba una etapa y arranca otra sin perder ni un ápice de la seriedad, el trabajo y la estabilidad que caracterizan y definen al PP», sostuvo su presidente provincial. Volcado en su faceta portuaria, Gallego, en definitiva, deja la política antes de que la política lo deje a él, como sentenció un reputado observador.