Los vertidos de fecales pusieron al borde del cierre las playas de Vilanova a las puertas del verano

Bea Costa
bea costa VILANOVA / LA VOZ

AROUSA

MONICA IRAGO

El problema tiene su origen en el bombeo de O Castelete, que volvió a desbordar debido al caudal provocado por las lluvias

28 may 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

La Consellería de Sanidade ordenó el cierre al baño de las playas de O Castelete y As Patiñas (Vilanova) a raíz de los análisis realizados el 18 de mayo para determinar el estado de sus aguas desde el punto de vista microbiológico.

Los índices de E. coli y enterococo superaban los máximos permitidos y de inmediato la Xunta se puso en contacto con el Concello para que tomase las medidas oportunas. Ni siquiera se llegaron a colocar carteles avisando a la población de que estas playas no eran aptas para el baño porque en los análisis realizados el día 23 los parámetros ya se habían reducido considerablemente y, por tanto, ya no había riesgo para la salud.

El origen de la contaminación está en el mal funcionamiento de la red de saneamiento que, cuando llueve en abundancia, carece de capacidad para canalizar todo el caudal que generan las aguas residuales y pluviales -que van mezcladas a la depuradora de Tragove- y la estación de bombeo situada en O Castelete acaba rebosando, dejando tras de sí un reguero de desperdicios, toallitas higiénicas incluidas.

El problema no es nuevo, ni mucho menos, pero sí es la primera vez que se produce en el mes de mayo, lo cual puso en entredicho el inicio de la temporada de playas estival. El alcalde, Gonzalo Durán, lo explica en las lluvias que se registraron en aquellos días y confía en no volver a llevar otro sobresalto de este tipo «porque sería raro que lloviera durante el verano», apunta.

Lo que está por ver es si dentro de un año se habrá acabado con este problema. La Xunta ha reservado un millón de euros de su presupuesto de este año para renovar la red de alcantarillado en el tramo Vilanova-Cambados, por la costa, que incluye la construcción de un tanque de tormentas en San Miguel, lo cual pondrá fin a los vertidos que soporta esta zona. Durán prevé que las obras puedan empezar antes del 2022 y llegar al próximo verano con el tema resuelto. Entre tanto, lo único que queda es confiarse a la meteorología para que las precipitaciones sean escalonadas y no muy copiosas, pues, de lo contrario, las aguas fecales volverán a ser un problema para el baño y para el marisqueo. Con todo, la cofradía A Pastoriza informa de que los últimos análisis sobre la calidad de las aguas no tuvieron repercusiones en su actividad extractiva.

Vilanova no fue el único lugar cerrado al baño este mes. La contaminación por fecales también se disparó en el río Umia, en Cabanelas, pero a los dos días los parámetros estaban ya normalizados. Por allí también pasa la red de saneamiento y también son frecuentes los desbordamientos contaminantes al cauce fluvial.