El Gato Negro de Carril recupera 20.000 euros tras ganar una batalla judicial por las controvertidas cláusulas suelo

AROUSA

La sentencia es firme y obliga a hacer un nuevo cálculo de los intereses para devolver lo indebidamente cobrado
12 oct 2021 . Actualizado a las 05:00 h.La sociedad Gato Negro de Carril (Vilagarcía) ha ganado una batalla judicial en relación a las controvertidas cláusulas suelo. Abanca ha sido condenada a pagar los intereses derivados de la cláusula suelo del contrato de préstamo suscrito en el año 2000 para la construcción de la que es hoy en día su sede social, lo cual representan alrededor de 20.000 euros.
La entidad financiera no considera a la asociación como consumidora porque entiende que tenía una finalidad lucrativa a través de la impartición de cursos de actividades culturales y deportivas, por los que cobra una cuota, pero la Justicia ha resuelto en sentido contrario. «Entiende la sentencia del Juzgado de Primera Instancia número 2 de Vilagarcía, que la normativa aplicable y a la que debemos atenernos es la Directiva 93/13/CEE, de 5 de abril de 1993, respecto de las cláusulas abusivas en los contratos celebrados con consumidores», según explica el abogado Carlos Alonso.
«El concepto de consumidor debe interpretarse en relación con la posición de una persona en un contrato determinado y con la naturaleza y finalidad de este y no con la situación subjetiva de dicha persona, dado que una misma persona puede ser considerada consumidor de ciertas operaciones y operador económico respecto de otras», añade el letrado.
La entidad bancaria recurrió el fallo en primera instancia y la Audiencia Provincial de Pontevedra viene de fallar en favor de la sociedad carrilexa al considerar que no tiene ánimo de lucro y que la construcción de su sede en modo alguno puede considerarse una actividad empresarial. «A la vista de la prueba documental y testifical practicada en el juicio, esta cláusula no fue objeto de debate ni de información previa al momento de la contratación, por lo que la entidad bancaria no informó de su existencia ni menos aún de su contenido y consecuencias», añade Alonso.
La sentencia es firme y obliga a hacer un nuevo cálculo de los intereses para devolver lo indebidamente cobrado, cantidad que ya ha sido ingresada en las arcas del Gato Negro por parte de la entidad bancaria.